¿Un huracán de categoría 6? Milton y la amenaza de fenómenos meteorológicos extremos
TAMPA, Florida.- El huracán Milton ha demostrado ser un fenómeno meteorológico extraordinario, destacándose por su rápida intensificación, pasando de una tormenta tropical de 60 mph a un huracán de categoría 5 con vientos de 150 mph en un periodo cercano a 25 horas, uniéndose a los huracanes más destructivos formados con una gran velocidad en los últimos años.
Con la creciente evidencia de que estos fenómenos meteorológicos están volviéndose más destructivos, meteorólogos han propuesto la creación de una nueva clasificación en la escala Saffir-Simpson: la categoría 6. Esta nueva denominación busca reflejar de manera más precisa la amenaza que representan los huracanes en un mundo afectado por el calentamiento global.
Resultado de las emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento global ha alterado los patrones climáticos en todo el mundo. Los huracanes, que responden a la temperatura de la superficie del océano, se ven afectados de manera significativa.
Según un estudio reciente de Wehner y Kossin publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los huracanes de categoría 5, que se consideran los más intensos hasta ahora, pueden estar siendo superados por tormentas aún más poderosas que merecen una clasificación adicional.
El cambio climático no solo aumenta la temperatura del océano, sino que también intensifica la energía disponible para las tormentas. Esto resulta en un incremento en la frecuencia y la intensidad de los huracanes. La investigación muestra que , por cada grado Celsius de calentamiento, se observa un aumento aproximado del 12% en la velocidad del viento de los huracanes más fuertes. Este aumento en la velocidad del viento se traduce en un potencial destructivo mucho mayor, estimado en un 40%.
¿Qué define a un huracán de Categoría 6?
La escala Saffir-Simpson, que clasifica los huracanes en cinco categorías según la velocidad del viento, ha sido ampliamente utilizada para evaluar la intensidad de estos fenómenos. Actualmente, la categoría 5 se asigna a huracanes con vientos sostenidos superiores a 157 mph (253 km/h).
Sin embargo, Wehner y Kossin argumentan que algunos huracanes recientes han superado esta clasificación, con vientos que alcanzan o superan las 192 mph (310 km/h). Esto sugiere que estos huracanes podrían ser significativamente más destructivos que aquellos clasificados como categoría 5.
Ejemplos de huracanes que han excedido esta nueva categoría incluyen al huracán Patricia, que alcanzó vientos de 216 mph en octubre de 2015, así como varios tifones en el Pacífico occidental. Estos eventos catastróficos no solo ponen de relieve la necesidad de una nueva categoría, sino que también subrayan la realidad del cambio climático y sus efectos tangibles.
A pesar de la creciente evidencia que respalda la creación de la categoría 6, la comunidad de tormentas tropicales ha mostrado resistencia a aceptar esta nueva clasificación . Robert Simpson, co-inventor de la escala, argumentó anteriormente que no había necesidad de una categoría superior a la 5, ya que el daño causado por los huracanes se saturaba en ese nivel.
Sin embargo, esta perspectiva ha sido desafiada por los avances tecnológicos en la infraestructura y la resiliencia en áreas costeras, como el sur de Florida, donde se han diseñado edificios para soportar vientos de categoría 5.
Wehner y Kossin argumentan que, a medida que el calentamiento global continúa, se espera un aumento en la frecuencia de huracanes de categoría 6, lo que plantea un serio desafío para la evaluación del riesgo en un clima cambiante. Las simulaciones climáticas y los estudios empíricos han demostrado que el aumento en la intensidad de las tormentas está impulsado por el calentamiento causado por el hombre, lo que genera preocupación por la seguridad de las comunidades costeras.
La falta de una clasificación precisa puede llevar a una subestimación de los riesgos asociados con estos fenómenos, dificultando la preparación y la respuesta ante desastres. Wehner y Kossin han instado a la comunidad científica y a los responsables de la toma de decisiones a adoptar esta nueva clasificación como parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la comunicación sobre los riesgos asociados con el cambio climático.
La clasificación de huracanes de categoría 6 no solo es una cuestión de terminología; es una cuestión de vida o muerte para muchas comunidades.