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Una noche pasada de alcohol provoca, generalmente, que al otro día levantarse de la cama sea mucho más difícil debido a la resaca. Dolor de cabeza, de estómago, mareos, hambre voraz o falta de apetito, son algunas de las sensaciones que nacen como consecuencia del consumo de alcohol en exceso.

Un martilleo en la cabeza que no para, nauseas, dolor de cuerpo y la luz del sol parece tortura. Son los síntomas de que anoche bebiste en exceso y hoy disfrutas de una desagradable resaca que no se le desea ni al peor enemigo.

Qué difícil es beber sin embriagarse... si bien algunas personas tienen más resistencia al alcohol que otras, tarde o temprano, todos caemos rendidos ante sus efectos y entramos en el tedioso infierno que suponen las náuseas, el mareo, la pérdida de la razón y un largo etcétera.

Cuando te excedes en el consumo de bebidas alcohólicas, luego te arrepientes de los síntomas de la resaca y harás lo que sea para evitar el malestar. Puede parecerte raro, pero tu solución está en el huevo.

Llega el fin de semana y sales de fiesta. Bailas y tomas, y al otro día tu cuerpo te duele de pies a cabeza. La resaca es el precio que debes pagar por una noche de diversión. Sientes dolor de cabeza, naúseas, cansancio, pero ¿sabías que también puede afectar tu piel?

Las fiestas de fin de año son geniales, pero pueden traer consigo un montón de excesos. Y, a veces, el cuerpo no está del todo preparado para resistir, sobre todo en lo relacionado al consumo de bebidas alcohólicas.

No importa si fue por una noche de fiesta con tus amigos, una celebración familiar o simplemente juntarte a ahogar penas, la resaca es por lejos lo peor que nos puede pasar al día siguiente.

No sé si alguna vez te pasó, pero despertar con dolor de cabeza es ¡horrible! Existen diferentes causas por las que esto sucede que rara vez significan que ocurra algo muy grave y se solucionan con facilidad.

Ya sea porque se acercan las fiestas navideñas o algún otro tipo de celebración, ya sea una boda o tal vez una graduación, lo cierto es que no nos faltan excusas para beber alcohol. Y a pesar de lo claro que queda que su consumo debe ser moderado, no siempre lo medimos.

Si hay algo que ha atormentado a la humanidad durante siglos es la cruda. La mayoría de las personas que beben alcohol, en algún momento de su vida se han enfrentado a la temible resaca. Los síntomas son tan desagradables, que quien los sufre no puede evitar pensar "no lo vuelvo a hacer" (aunque luego se le olvide). Estos síntomas incluyen dolor de cabeza, mareos, náuseas, sensibilidad al ruido y agotamiento. En pocas palabras, te sientes fatal.

Cuando uno llega a cierta edad, la cruda es mortal.

Liam McClintock y Margaret Morse, dos estudiantes de la universidad de Yale, crearon el producto ideal para muchas personas: la cura de la resaca.

Llega el sábado a la noche, expectativa, nos vestimos bien, nos encontramos con nuestros amigos, fiesta. Todo muy lindo, pero el escenario de lo que ocurre a la mañana siguiente es muy distinto al de la noche anterior.

Cuando se trata "la fiesta", los mexicanos echamos la casa por la ventana, ¿a poco no? Y entre risas y buena compañía, los tragos coquetos y la cerveza no pueden faltar. ¿Pero qué tal al día siguiente?

No hay algo más molesto que los síntomas de la resaca que además de afectarte físicamente también causan estragos en tu estado de ánimo pues te sientes tan mal que no quieres ni pararte de la cama.

Porque seguro te ha pasado...