Prender una vela y otros trucos para cortar la verdura y evitar las molestas lágrimas
Muchos platillos no serían tan deliciosos sin un ingrediente clave: la cebolla. Esta verdura ayuda a sazonar los alimentos e intensificar su sabor. Pero, tiene una desventaja: al cortarla, irrita los ojos y causa un molesto lagrimeo.
Para evitarlo y disfrutarla al máximo, te dejamos estos trucos que tus ojos agradecerán.
¿Por qué la cebolla nos hace llorar?
El lagrimeo y otras molestias surgen a causa de una sustancia conocida como alicina. Ésta produce una molécula llamada sulfóxido de tiopropanal cuando la verdura es cortada. Y a su vez, se libera una especie de gas con azufre, que al entrar en o con los ojos se convierte en ácido sulfúrico.
En consecuencia, se desencadena una irritación en los ojos. Cuando el cerebro lo detecta, envía una señal a los conductos lagrimas que liberan el líquido acuoso para proteger al órgano visual.
Trucos para evitar el ardor y las lágrimas
Rocía jugo de limón en la tabla
Parte un limón por la mitad y frótalo directamente sobre la tabla hasta cubrirla toda con el jugo del cítrico. Esto ayudará gracias a que la acidez natural del fruto es capaz de neutralizar los gases de la cebolla. Así no llegarán a afectar los ojos.
Mete la cebolla en el congelador
Para eludir las molestias, antes de picar la verdura, introdúcela al congelador durante al menos 10 minutos. Retírala y parte con el cuchillo. Las bajas temperaturas evitarán que se desprendan las partículas que causan irritación.
Remoja en agua caliente
El calor también puede ayudar contra el lagrimeo. Pon a hervir agua en una olla y cuando llegue al punto de ebullición, corta la cebolla en dos y deja que se sumerja durante 5 minutos. Pasado este tiempo, retira con cuidado y corta como prefieras.
Prepara el cuchillo
Ocupar el cuchillo correcto puede hacer una gran diferencia. Asegúrate de que éste se encuentre bien afilado, así no resbalará al hacer el corte y disminuirá la liberación de los gases irritantes. Al igual, puedes remojar el utensilio con vinagre de manzana y retirar el exceso de líquido con una servilleta.
Corta la cebolla mientras está en agua
Toma un recipiente amplio y llénalo con agua potable. Coloca ahí la cebolla y córtala dentro del bowl. De esta manera, las partículas quedarán atrapadas en el agua y no llegarán a tus ojos.
Coloca una vela a tu lado
Por último, otro curioso pero efectivo truco es colocar una veladora justo a lado de la tabla con la que trozarás la verdura. Enciéndela justo antes de que comiences a pasar el cuchillo. Esto funciona porque el humo del fuego absorbe las sustancias volátiles del vegetal, lo que impide que lleguen a los ojos y las fosas nasales.
¿Has probado alguno de estos trucos?
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