Las delicias de Flor: alfajorcitos de maicena
Hoy te presento un clásico de la pastelería, una receta que a nadie puede faltarle y a todos les encanta. Son una buena opción para prepararle a los chicos y ofrecerlos en un cumpleaños: los alfajores de maicena. Se pueden hacer de distintos tamaños y formas. Hay quienes los bañan en chocolate para darles un toque especial. Esta es una receta básica, ¡que podrás adaptarla a todos los gustos!
Ingredientes:
Para la masa:
Margarina 50 g
Azúcar 35 g
Huevo 1
Yema 1
Fécula de maíz (maicena) 95 g
Harina 30 g
Polvo para hornear 5 g
Esencia de vainilla 20 cc
Ralladura de limón
Sal 1 pizca
Para el relleno:
Dulce de leche 250g (aprox)
Coco 50 g
Preparación:
Mezclar la margarina blanda con el azúcar en un bol hasta que se integren completamente ambos ingredientes y se forme una pasta homogénea.
Para facilitar este paso, puedes ayudarte con un batidor de alambre. Si quieres, puedes ablandar la margarina en el microondas, colocándola entre 20 y 30 segundos a máxima potencia para acelerar este paso.
Luego, agregar a la preparación los huevos, yemas, (siempre de a una por vez) y esencia de vainilla. Batir hasta que la mezcla vuelva a homogeneizarse. Al principio dará la sensación que el batido se "corta", pero es normal y lo que debes hacer es continuar batiendo y verás que pronto todos los ingredientes volverán a unirse.
Agregar la mitad de la harina y la ralladura de limón. La ralladura puedes obtenerla con un rallador común o con un microplane, que es la herramienta que se puede ver en la foto. El microplane permite rallar facilmente cualquier cítrico, dando como resultado unas finas hebras de la cáscara de la fruta y aportando mucho aroma y sabor a la mezcla.
Agregar el resto de la harina, previamente tamizada con la fécula de maíz, el polvo para hornear y la sal. Integrar los secos con la ayuda de una espátula.
Cuando la masa comience a formarse, es recomendable trabajarla manualmente en la mesada. Es ideal solo unir los ingredientes, sin amasar, para que la masa resulte tierna y friable. De este modo, las tapas no resultarán duras y conservarán su forma (sin contraerse).
Dejar enfríar la masa en refrigerador durante 30 minutos.
Con la ayuda de un palote, estirar la masa sobre la mesada apenas enharinada y luego cortar círculos de 3 cm de diámetro para alfajorcitos pequeños. Para alfajores grandes el cortante a utilizar debe ser de 5 cm de diámetro. Es importante que estires finamente la masa antes de cortarla, porque considerando que la masa tiene polvo de hornear, ésta crecerá durante el horneado y sino quedarían unas tapas demasiado altas.
Una vez cortadas todas las tapas, ubicarlas en una placa y hornearlas a 180º no más de 10 minutos. En esta foto, las tapas ya están horneadas. Sugiero que las retiren del horno cuando apenas se haya dorado su base y aún estén blancas por fuera. Esto dará como resultado que los alfajores sean frágiles y se deshagan en la boca.
Cuando las tapas estén frías, comenzaremos a armar los alfajores. Para eso, colocaremos el dulce de leche repostero en una manga descartable (o no) y comenzaremos a rellenar. Aplicaremos el dulce de leche sobre una de las tapas y luego cubriremos con la otra.
Ejercer una leve presión. Es importante que no hagas mucha fuerza porque las tapas son frágiles y pueden partirse.
El último paso será hacer rodar los alfajorcitos por una fuente con coco rallado, para que éste se adhiera en su contorno y queden los alfajorcitos de maicena con su decoración característica.
Y... ¡listo! Sólo falta preparar un rico té y la chocolatada de los niños para acompañar estos exquisitos alfajores en una merienda familiar.
Secretitos:
* Esta receta rinde 12 alfajorcitos de 3 cm de diámetro.
* Sugiero que uses abundante dulce de leche para rellenarlos, esto hará que queden mucho más ricos. En lo personal, prefiero el dulce de leche de tipo "repostero", ya que tiene más firmeza y no se derrama.
*La gran cantidad de fécula de maíz, hará que su textura sea suave y que los alfajorcitos se deshagan en la boca fácilmente.
* NO uses jamás las tapas calientes, recién salidas del horno porque seguramente se van a partir. Para acelerar el paso de enfriado, retíralas de la placa que usaste para hornear y ubica las tapas en una mesada de mármol o un plato frío.