Dos despedidas distintas con un mismo clamor: justicia para los cadetes caídos en Nueva York
NUEVA YORK - Los cadetes América Yamileth Sánchez y Adal Jair Marcos murieron en el choque del buque escuela de la armada mexicana Cuauhtemóc con el puente de Brooklyn, el 17 de mayo.
Mientras ha visto, en el sur de México, la pena es profunda y el reclamo de justicia se mantiene latente.
Adal Jair Marcos, el mar lo vio nacer
Adal Jair Marcos, conocido cariñosamente como 'Tyson', tenía 23 años y era originario de San Mateo del Mar, Oaxaca.
Su familia le dio el último adiós, el martes 20 de mayo, con una ceremonia en su lugar de origen, que se encuentra cerca del mar, elemento sagrado para su comunidad ikoots, por ser una fuente esencial de vida y sustento.
" Nuestro paisano ya no regresará, pero su historia sí, y merece ser contada", se lee en una publicación de la página 'Zona Ikoots'.
Vecinos y autoridades municipales lo homenajearon recorriendo las calles del pueblo. Con respeto a sus costumbres y al dolor de su familia.
Su cuerpo llegó en un féretro de madera, acompañado por una fotografía de él con esa sonrisa que lo caracterizaba. Sus padres pidieron privacidad y evitar entrevistas.
La casa familiar se llenó de flores y fue resguardada por elementos de la Marina. Posteriormente, se celebró una misa y se llevó a cabo la inhumación según las tradiciones.
Su hermano menor, de 17 años, compartió con el medio La Jornada: "Entró a la Marina a los 19 años, estaba muy contento. Este era su segundo viaje en el velero; es una pena".
La familia fue informada del fallecimiento mediante una llamada del presidente municipal de San Mateo del Mar.
Adal Jair Marcos formaba parte del Crucero de Instrucción Tricontinental 2024 y, durante esa misión, obtuvo el primer lugar en la competencia náutica 'Teapot Boston 2024', por lo que recibió una mención honorífica en enero de 2025.
Que no quede impune... no fue un accidente
A diferencia del adiós íntimo en Oaxaca, la familia de América Yamileth Sánchez Hernández ha sido más enfática en pedir justicia y esclarecer lo sucedido.
Antes de ser llevada a su hogar, el cuerpo de la cadete fue trasladado a las instalaciones de la Heroica Escuela Naval Militar en Antón Lizardo, donde sus compañeros y profesores le rindieron un homenaje póstumo.
""Les pido como pueblo mexicano que somos todos, ustedes vieron el accidente, que esto no quede impune, ayúdenme a que esto no quede así, porque no fue un accidente, ayúdenme por favor"", señaló la madre de la cadete.
La despedida continuó en su casa familiar, donde su mamá Rocío Hernández hablaba con fuerza.
La casa ubicada en la calle Manuel Olmos, en la colonia Emiliano Zapata de Xalapa, Veracruz. A lo largo del día, numerosas personas se acercaron a presentar sus respetos.
""¡Arriba la cadete Sánchez!"", se escuchaba entre gritos y aplausos en las calles cercanas.
América se encontraba en el último año de la carrera de Ingeniería en Sistemas Navales. Se destacaba como estudiante y también como nadadora de mar abierto.
Con velas, flores y fotografías, vecinos y familiares organizaron una vigilia en su honor. Durante el acto, su madre, Rocío Hernández, expresó con firmeza:
""¡Esto no fue un accidente!"".
Luego de la ceremonia religiosa, el cuerpo fue llevado al panteón local, acompañado por su familia, cadetes de la Escuela Naval y amistades. La despedida culminó con música de mariachi interpretando "México lindo y querido, si muero lejos de ti, que digan que estoy dormido y que me traigan aquí".