Estas madres estaban en un hospital infantil con sus niños enfermos, algunos con cáncer. Un misil ruso los impactó
"Mi hijo está aterrorizado", dice Marina Ploskonos. "Esto no debería estar ocurriendo, es un hospital infantil".
Cientos de niños enfermos, sus familiares y el personal del hospital pedríatrico de Okhmatdyt, el mayor de Ucrania, tuvieron que refugiarse en un sótano este lunes cuando sonó la alarma antimisiles.
Un fuerte estallido causó terror en la institución, donde cientos de menores esperaban recibir tratamiento para sus enfermedades o una cirugía que les salvaría la vida. Un misil destruyó el edificio.
Ploskonos contó a la agencia AP que estaba allí porque su hijo, de 4 años, fue operado de la columna vertebral el viernes. Otros, como el niño de Natalia Svidler, estaban esperando por una cirugía a finales de esta semana.
"Oímos un fuerte estruendo y luego el techo del sótano se desplomó un poco", explicó a AFP. "Todo el mundo se asustó mucho, por supuesto. Todo el mundo empezó a gritar y a correr".
El bombardeo ruso tuvo como objetivo cinco ciudades ucranianas y se usaron más de 40 misiles de distintos tipos, según el presidente Volodymyr Zelensky.
Las fuerzas aéreas ucranianas afirmaron haber interceptado 30 misiles, sin embargo, al menos 36 murieron en varios puntos del país y más de 150 personas resultaron heridas.
Tras escuchar la sirena antiaérea el personal médico actuó con rapidez para trasladar a los pacientes y al personal al sótano del centro.
"Por alguna razón, siempre pensamos que Okhmatdyt estaba protegido", dijo a AFP, una empleada del hospital, de 68 años.
"Estábamos seguros al cien por ciento de que (los rusos) no atacarían aquí", dijo mientras describía las frenéticas prisas con las que el personal trasladaba a los niños con goteros al búnker.
"¡Prefiero que me maten a mí! Ya he vivido. Pero, ¿por qué estos niños?”
El impacto fue tan fuerte que colapsó varias partes del hospital.
En el momento del ataque se estaban llevando a cabo tres operaciones de corazón y los restos de la explosión contaminaron los pechos abiertos de los pacientes, dijo el ministro de Salud Viktor Liashko.
Tras el ataque, los equipos de rescate buscaban víctimas bajo los escombros de un ala de dos plantas parcialmente derrumbada, mientras que algunas madres se llevaban a sus hijos a cuestas, algunos de los niños estaban conectados a máquinas, otros con partes del cuerpo enyesadas, otros más en camillas o sillas de ruedas.
Otras madres esperaban en el patio con sus hijos entre los escombros del hospital.
En Kyiv, donde dos centros médicos fueron alcanzados por los proyectiles, incluido el importante hospital pediátrico, 22 personas murieron y otras 72 resultaron heridas, según los servicios de emergencia.
Otras 11 personas murieron en la región de Dnipropetrovk, en el centro del país, y otras tres en Pokrovsk, más al este, cerca de la línea de frente, según las autoridades.
Fue el mayor bombardeo ruso a Kyiv en los últimos casi cuatro meses, alcanzando siete de los 10 distritos de la ciudad, como parte de la estrategia rusa de invasión a Ucrania que lleva más de dos años.
Voluntarios y equipos de rescate buscaron víctimas entre los escombros
En el edificio principal del hospital las ventanas y puertas estallaron y las paredes estaban ennegrecidas por el fuego que se generó en el edificio tras el bombardeo.
Cristales rotos y gotas de sangre salpicaban los pasillos y las puertas del hospital, donde los trabajadores de urgencias rastreaban el recinto en busca de supervivientes.
"Las instalaciones están destruidas. En este momento, probablemente sea imposible trabajar", declaró a AFP Oleksandr, médico del hospital.
El cadáver de un adulto fue cubierto con una manta de papel de aluminio y dejado en el suelo cerca del hospital.
Tras el bombardeo, los equipos de rescate formaron una fila, pasándose ladrillos y otros restos mientras rebuscaban víctimas entre los escombros.
La unidad de cuidados intensivos, los quirófanos y los departamentos de oncología sufrieron daños, según las autoridades. El hospital perdió el servicio de agua y luz en el ataque, y los pacientes fueron trasladados a otros hospitales, reportó la televisión ucraniana.
Unas horas después del ataque inicial, otra sirena antiaérea hizo que muchos de los que aún se encontraban en la zona se apresuraran a acudir al refugio del hospital.
Guiadas por una linterna por los oscuros pasillos del refugio, las madres llevaban a sus hijos enfermos en brazos y los trabajadores médicos llevaban a otros pacientes en camillas. Los voluntarios repartían caramelos para intentar calmar a los niños.
El Servicio de Seguridad ucraniano declaró que había encontrado restos de un misil de crucero ruso Kh-101 en el hospital y abrió un procedimiento por crímenes de guerra.
El Kh-101 es un misil lanzado desde el aire que vuela bajo para evitar ser detectado por los radares. Ucrania declaró haber derribado 11 de los 13 misiles Kh-101 lanzados el lunes.
Rusia negó haber atacado el hospital y afirmó que los ataques alcanzaron objetivos militares.
Autoridades y comunidad internacional reprochan el ataque a hospital de Ucrania
Los hospitales y otras instalaciones médicas están protegidos de los ataques militares en virtud del derecho internacional, a menos que se utilicen para operaciones militares, sin embargo, este hospital solo albergaba cientos de familias que acudieron en busca de atención médica.
Los es de la ciudad de Kyiv declararon el 9 de julio día de luto, en el que se prohíben los espectáculos y se bajan las banderas de los edificios.
Zelensky recalcó que Rusia no puede alegar que no sabe hacia dónde vuelan sus misiles y debe "rendir cuentas plenamente por todos sus crímenes: contra las personas, contra los niños, contra la humanidad en general".
"Es muy importante que el mundo no guarde silencio sobre esto ahora y que todo el mundo vea lo que es Rusia y lo que está haciendo", insistió.
Por su parte, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, calificó como "particularmente alarmantes" los mortíferos ataques rusos.
"Dirigir ataques contra civiles y bienes civiles está prohibido por el derecho internacional humanitario y cualquier ataque de este tipo es inaceptable. Y debe cesar de inmediato", expresó el alto funcionario.
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