5 claves sobre qué contempla y qué ha pasado con la ley invocada por Trump para acelerar las deportaciones
El presidente Donald Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, otorgándose amplios poderes bajo esta ley centenaria para deportar a personas que su gobierno vincule con la pandilla venezolana Tren de Aragua. Horas después, un juez federal detuvo temporalmente las deportaciones bajo esta orden de Trump y el gobierno pareció desafiarlo con un vuelo que aterrizó en El Salvador.
▶️ Qué contempla la Ley de Enemigos Extranjeros: Esta ley es una amplia autoridad en tiempos de guerra que permite la deportación de extranjeros sin tener la oportunidad de comparecer ante un juez de inmigración o de un tribunal federal.
Trump insinuó repetidamente durante su campaña que recurriría a poderes extraordinarios para enfrentar la inmigración ilegal y sentó las bases adicionales con una serie de órdenes ejecutivas el 20 de enero.
Su proclamación de la Ley de Enemigos Extranjeros identificó a la organización criminal Tren de Aragua como una fuerza invasora. Esto pese a que se desconoce cuántos posibles de esa banda están en suelo estadounidense.
▶️ Qué ha pasado con este asunto en las últimas horas: El juez federal de distrito James E. Boasberg, designado por el presidente Barack Obama, impidió la deportación de cualquier persona bajo esta proclamación de Trump durante dos semanas y programó una audiencia el viernes para considerar los argumentos.
Sin embargo, este domingo el secrerario de Estado, Marco Rubio, informó el envío de más de 200 inmigrantes que asoció al Tren de Aragua a El Salvador. El juez Boasberg había determinado el sábado que debía regresar a Estados Unidos cualquier avión que estuviese ya en el aire con inmigrantes deportados, aunque la agencia AP reportó que ese detalle lo expresó verbalmente y no por escrito en su orden.
Si bien Rubio escribió que fueron enviados más de 250 presuntos integrantes del Tren de Aragua, un reporte del diario The Washington Post detalló en la noche del domingo, citando a una fuente de la Casa Blanca, que fueron 137 los inmigrantes enviados a El Salvador usando específicamente la Ley de Enemigos Extranjeros. El resto fue utilizando otras normas.
La Casa Blanca esgrimió que la istración de Trump no buscó saltarse la decisión judicial y que "la orden, que carece de base legal, fue emitida después de que terroristas del Tren de Aragua ya habían sido removidos de territorio estadounidense".
Desde El Salvador, el presidente Nayib Bukele escribió con sarcasmo en un tuit "Oopsie, too late" (o demasiado tarde en español) en referencia a un reporte que mencionaba la orden judicial en Estados Unidos.
No queda claro qué sucederá con los inmigrantes deportados, quienes fueron encarcelados en el CECOT, o Centro de Reclusión contra el Terrorismo. En esa megacárcel miles han sido detenidos, a veces sin el debido proceso, desde 2022 como parte de la ofensiva de Bukele contra la violencia de las pandillas en el pequeño país centroamericano.
Más a fondo, ¿qué dice la Ley de Enemigos Extranjeros?
En 1798, mientras Estados Unidos se preparaba para lo que creía sería una guerra con Francia, el Congreso aprobó una serie de leyes que ampliaron el alcance del gobierno federal. Preocupado por la posibilidad de que los inmigrantes simpatizaran con los ses, se creó la Ley de Enemigos Extranjeros para otorgar al presidente amplios poderes para encarcelar y deportar a extranjeros en tiempos de guerra.
Desde entonces, la ley solo se ha aplicado en tres ocasiones: durante la Guerra de 1812, la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuando se extendía el temor hacia los extranjeros por todo el país, formó parte del fundamento legal para el internamiento masivo en Estados Unidos de personas de ascendencia alemana, italiana y, especialmente, japonesa. Se estima que 120,000 personas de ascendencia japonesa, incluyendo a ciudadanos estadounidenses, fueron encarceladas durante la guerra.
¿Cuál fue el argumento de Trump para invocar esta ley?
Trump afirmó el sábado que la pandilla venezolana Tren de Aragua estaba invadiendo Estados Unidos e invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que permite al presidente un mayor margen de maniobra en políticas y acciones ejecutivas para acelerar sus prometidas deportaciones masivas.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) y Democracy Forward demandaron preventivamente a Trump el viernes por la noche en un tribunal federal de Washington DC, alegando que cinco hombres venezolanos retenidos en un centro de detención migratoria en Raymondville, Texas, corrían "riesgo inminente de deportación" en virtud de la Ley de Enemigos Extranjeros. Boasberg bloqueó su deportación, lo que provocó una apelación inmediata del Departamento de Justicia.
Casi simultáneamente, el gobierno de Trump acordó pagar a El Salvador seis millones de dólares para encarcelar durante un año a unos 300 presuntos de la pandilla Tren de Aragua.
El acuerdo con El Salvador se produjo tras las conversaciones entre el presidente de ese país, Nayib Bukele, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Rubio, sobre el encarcelamiento de inmigrantes en estas infames cárceles salvadoreñas. El gobierno de Bukele ha arrestado a más de 84,000 personas, en ocasiones sin el debido proceso, desde 2022 en una ofensiva contra la violencia de pandillas.
¿Qué decidió un juez sobre la Ley de Enemigos Extranjeros invocada por Trump?
Horas después de que Trump invocara la ley, un juez federal bloqueó las deportaciones realizadas por gobierno usando como argumento esa ley. El magistrado Boasberg, juez principal de la Corte de Distrito de Estados Unidos para el Distrito de Columbia, afirmó que necesitaba emitir su orden de inmediato porque el gobierno ya estaba trasladando a El Salvador y Honduras a inmigrantes que, según afirmaba, eran recientemente deportables bajo la proclamación de Trump para ser encarcelados en esos países.
"No creo poder esperar más y estoy obligado a actuar", declaró durante una audiencia el sábado por la noche en una demanda interpuesta por dos organismos civiles. "Una breve demora en su deportación no perjudica al gobierno", añadió.
Además del vuelo a El Salvador, el abogado de la ACLU, Lee Gelernt, afirmó el sábado que habría salido otro posiblemente a Honduras.
¿Está Estados Unidos en guerra?
Durante años, Trump y sus aliados han argumentado que Estados Unidos se enfrenta a una "invasión" de personas que llegan ilegalmente. Los arrestos en la frontera estadounidense con México superaron los dos millones al año durante dos años consecutivos por primera vez bajo el presidente Joe Biden, y muchos fueron liberados en Estados Unidos para solicitar asilo. Tras alcanzar un máximo mensual histórico de 250,000 en diciembre de 2023, esos arrestos se desplomaron a menos de 8,400 este febrero, los niveles más bajos desde la década de 1960.
La ley, afirmó Trump en su discurso inaugural, sería una herramienta clave en su ofensiva contra la inmigración.
“Al invocar la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, ordenaré a nuestro gobierno que utilice todo el poder de las fuerzas del orden federales y estatales para eliminar la presencia de todas las pandillas y redes criminales extranjeras que traen crímenes devastadores a suelo estadounidense”, declaró. “Como comandante en jefe, mi mayor responsabilidad es defender a nuestro país de amenazas e invasiones”.
Los críticos afirman que Trump está utilizando erróneamente la ley para atacar a actores no estatales y no a gobiernos extranjeros.
“Invocarla en tiempos de paz para eludir la ley migratoria convencional sería un abuso asombroso”, escribió el Centro Brennan para la Justicia, calificándola de “contraria a siglos de práctica legislativa, presidencial y judicial”.
“Las detenciones sumarias y las deportaciones bajo esta ley contradicen la comprensión contemporánea de la igualdad de protección y el debido proceso”, declaró ese centro.
¿Es la inmigración ilegal una "invasión" como dice Trump?
Es un argumento nuevo y sin probar. Trump ha advertido sobre el poder de las bandas criminales latinoamericanas en Estados Unidos, pero solo un pequeño porcentaje de las personas que viven ilegalmente en el país son delincuentes.
Trump, en su declaración de guerra el sábado, afirmó que el Tren de Aragua “está perpetrando, intentando y amenazando con una invasión o incursión depredadora contra el territorio de Estados Unidos”. Añadió que la banda participaba en una “guerra irregular” contra Estados Unidos bajo la dirección del presidente venezolano, Nicolás Maduro.
El Tren de Aragua se originó en una prisión anárquica en el estado central venezolano de Aragua y acompañó el éxodo de millones de venezolanos, la gran mayoría de los cuales buscaban mejores condiciones de vida tras el desplome económico de su país en la última década.
El mes pasado, la istración de Trump designó al Tren de Aragua y a otras siete organizaciones criminales latinoamericanas como "organizaciones terroristas extranjeras", lo que aumentó la presión sobre los carteles que operan en Estados Unidos y sobre cualquiera que los ayude.
El Servicio de Investigación del Congreso declaró en un informe el mes pasado que los funcionarios podrían usar las designaciones de terroristas extranjeros para argumentar que las actividades de la banda en Estados Unidos constituyen una invasión limitada. "Esta teoría parece no tener precedentes y no ha sido sometida a revisión judicial", declaró el Servicio de Investigación del Congreso.
El gobierno venezolano no suele aceptar a sus ciudadanos de regreso de Estados Unidos, salvo en contadas ocasiones. En las últimas semanas, unas 350 personas fueron deportadas a Venezuela, incluidas unas 180 que pasaron hasta 16 días en la base naval estadounidense de la Bahía de Guantánamo, Cuba.
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