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Ciencia y Tecnología

Unos hongos que comen radiación en Chernóbil podrían ser la clave para los viajes espaciales

Publicado 12 Feb 2020 – 02:50 PM EST | Actualizado 12 Feb 2020 – 02:50 PM EST
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Han pasado casi 34 años de la explosión en la planta nuclear de Chernóbil, desastre que provocó la evacuación masiva de casi 116 mil habitantes de la zona y la muerte de 4 mil personas.

Las consecuencias de ese evento son visibles aún en nuestros días, como el descubrimiento de que algunos hongos de la zona se alimentan de la radiación que permanece en el área.

El hongo se llama Cryptococcus neoformans, y se descubrió a finales del siglo XIX. Puede provocar una infección conocida como criptococosis, sobre todo a las personas con el sistema inmunológico débil.

Dejando la enfermedad de lado, se estima que esos hongos también pueden ser beneficiosos para el ser humano, sobre todo en la industria espacial.

Cryptococcus neoformans contiene altos niveles de melanina, que absorbe la radiación y la convierte en energía química, de forma similar a la que las plantas realizan la fotosíntesis, de acuerdo con un estudio publicado en el 2007. A este proceso se le denomino radiosintesis.

Científicos de la NASA y de la Johns Hopkins University investigan acerca de la posibilidad de extraer la melanina del Cryptococcus para crear una especie de protector solar para su uso en el espacio.

En noviembre del 2009, los investigadores enviaron melanina derivada del hongo a la Estación Espacial Internacional, en donde se prueba como un agente protector de la radiación espacial.

«Si se tiene un material que pueda actuar como un escudo contra la radiación, no solo podría proteger a las personas y las estructuras en el espacio, sino que también tendría beneficios muy reales para las personas en la Tierra», explicó Radamés Cordero, investigador principal del proyecto

Se espera que los resultados del experimento estén disponibles en los próximos meses, pero se tiene la esperanza de que sean positivos.

Los hongos en el espacio

No es la primera vez que se relaciona a los hongos con la ciencia espacial, ya que se cree que una parte de la estructura del hongo, conocida como micelio, puede usarse para fabricar hábitats. El micelio es una parte del hongo que crece formando una red subterránea tan compleja como si se tratará de una red de raíces.

Debido a sus características, los científicos de la NASA creen que pueden usarse para fabricar estructuras que sirvan de base para la construcción de hábitats en la Luna o en Marte.

El micelio también se utiliza en la industria de la moda, ya puede procesarse para crear un material parecido al cuero, y con eso diseñar hermosos bolsos o chamarras.

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