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Ciencia y Tecnología

Pegarle a los niños hace que envejezcan más rápido, según la ciencia

Publicado 25 Ago 2020 – 02:07 PM EDT | Actualizado 25 Ago 2020 – 02:07 PM EDT
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El maltrato infantil no solo afecta la salud emocional de los niños; también tiene consecuencias en la salud física que podrían ser irremediables; por eso no deberíamos pegarle a los niños.

Existe evidencia de que una persona que sufrió maltrato en la infancia tiende a desarrollar ansiedad o depresión en la adultez, que están relacionados a una respuesta emocional.

Los padecimientos pueden ser atendidos con tratamiento psicológico; sin embargo, existen nuevas pruebas de un envejecimiento prematuro, del cual los científicos todavía no están seguros que se pueda revertir.

Una investigación de la Asociación Americana de Psicología demostró signos biológicos de envejecimiento acelerado en niños que experimentaron algún tipo de adversidad en comparación con aquellos que no.

De acuerdo con Katie McLaughlin, autora principal del estudio, la adversidad infantil no solo está relacionada a la salud mental, sino a la salud física, como las enfermedades cardiovasculares, la diabetes y el cáncer.

En estudios previos se demostró evidencia mixta sobre el envejecimiento acelerado asociado con la adversidad infantil, pero se consideraban varios factores como abuso, negligencia y pobreza, por lo que no podía ser del todo concluyente.

La nueva investigación separó la adversidad en dos categorías: una relacionada con la amenaza, como abuso y violencia; y otra vinculada a privaciones, como como negligencia física, emocional o pobreza.

Los psicólogos encontraron signos de pubertad temprana, envejecimiento celular y cambios en la estructura del cerebro en niños expuestos al trauma.

Los investigadores analizaron 80 estudios de casi 116,000 participantes y descubrieron que los niños expuestos a la amenaza tenían más probabilidades de experimentar pubertad temprana y mostraron signos de envejecimiento acelerado a nivel celular.

Los niños que vivieron pobreza o abandono no mostraron signos de envejecimiento biológico prematuro o acelerado.

En un segundo análisis, los investigadores descubrieron que la adversidad categorizada en amenaza está asociada a una reducción del grosor cortical, un signo de envejecimiento biológico.

Según McLaughlin, el envejecimiento acelerado podría estar relacionado a un proceso evolutivo que sirvió como mecanismo de defensa. Un entorno violento obligaría a las personas a desarrollarse más rápido para reproducirse antes de morir.

El desarrollo rápido de algunas regiones del cerebro ayudaría a los niños a identificar y responder ante amenazas para sentir seguridad en un entorno peligroso.

La investigadora señala que, aunque esas adaptaciones alguna vez fueron útiles, en la actualidad pueden tener graves consecuencias para la salud física y mental en la edad adulta.

«El hecho de que veamos evidencia tan consistente de un envejecimiento más rápido a una edad tan temprana sugiere que los mecanismos biológicos que contribuyen a las disparidades en la salud se ponen en marcha muy temprano en la vida», explicó McLaughlin.

La psicóloga explicó que el siguiente paso es encontrar tratamientos psicosociales para frenar el envejecimiento prematuro y prevenir las consecuencias negativas en la salud después de padecer algún tipo de trauma en la niñez.

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