Lo que nadie te advirtió sobre los fillers: pueden ser mucho más peligrosos de lo que crees
Gracias a influencers y celebridades como Kylie Jenner y sus labios de impacto, los fillers faciales comenzaron a gozar de un amor y popularidad tal que hoy en día se han convertido en el procedimiento estético favorito de muchos que realmente no tienen en mente el objetivo principal de combatir el envejecimiento, sino más bien buscan acentuar sus rasgos como los labios y los pómulos.
De acuerdo con The American Board of Cosmetic Surgery, los fillers faciales son unas sustancias gelatinosas, como ácido hialurónico o ácido poli-L-láctico, que se inyectan debajo de la piel y sirven para diferentes propósitos estéticos, desde suavizar líneas de expresión hasta rellenar, realzar y mejorar el volumen de mejillas y labios y así mejorar la simetría de los rasgos faciales.
Como cualquier procedimiento estético, los fillers tienen riesgos para el paciente. La Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos advierte que realmente no hay consecuencias inmediatas muy graves o severas con estas inyecciones.
No obstante, sí se pueden presentar afecciones dependiendo la sustancia que se inyecte, el tiempo de vida de la misma y la respuesta del cuerpo del paciente.
Por ejemplo, algunas personas pueden padecer enrojecimiento, hinchazón, picazón, erupciones similares al acné, infección o sangrado en el lugar de la inyección, moretones e incluso ceguera y necrosis.
Además de estos efectos que se pueden presentar poco después del procedimiento, los cirujanos plásticos Michelle Yagoda y Andrew Jacono explican que existen otras consecuencias graves con el uso constante de fillers que van desde deformar tu cara hasta promover un rostro envejecido.
En general, los fillers deben permanecer en el lugar en donde se inyectan, pero en ocasiones puede ocurrir lo impensable y moverse de sitio. La Dra. Yagoda advierte que cuando el filler no se inyecta correctamente en los labios, el relleno puede moverse y deformar tu labio.
quote: El filler se mueve y puede aglutinarse y deformar el labio y prácticamente requerirá una cirugía para deshacerse de él, si lo haces más de una o dos veces.
Lo mismo puede pasar con los fillers que se utilizan en las mejillas para aumentar su volumen y delinear mejor los pómulos. En estos casos, el relleno suele moverse hacia abajo y en algunas ocasiones hace que el rostro comience a tener una imagen similar a la de un mono, según el Dr. Jacono.
quote: Comienzan a verse un poco simiescos o parecidos a un mono, porque hay demasiado relleno que gravita hacia la boca... como que cae desde la parte superior de la mejilla
Por otro lado, también se puede presentar algo conocido como « Filler fatigue» (fatiga de fillers) en donde tu piel literalmente se cansa de estirarse por la continua inyección de relleno y aumento de volumen que sufre.
Para tener una idea más clara de esto, Utah Facial Plastics explica que tu piel antes de los fillers es como un globo nuevo, el cual lo inflas con aire (fillers faciales) y se desinfla una vez que pasa el efecto de la sustancia (dependiendo el ingrediente el efecto puede ser de 4 meses a 2 años).
Esta acción y reacción se repite cada vez que optas por inyectarte fillers, por lo que en cierto momento, el globo (tu piel) después de tantas veces de inflarse y desinflarse ya no luce igual de tenso como cuando era nuevo.
Si esto no fuera suficiente, los fillers dejan un espacio amplio debajo de tu piel, el cual cada vez requiere más y más relleno para mantenerse inflado.
Finalmente, el Dr. Jacono comenta que si abusas de los fillers durante largo tiempo, estos pueden estirar tanto la piel que en esencia aceleran el proceso de envejecimiento: impiden que los tejidos se recuperen y la piel se hace flácida.
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