El misterio del avión perdido de Amelia Earhart, la primera mujer piloto que cruzó sola el Atlántico
Han pasado más de 31,000 días desde la última vez que se tuvo noticias de Amelia Earhart. Tras convertirse en la primera mujer en cruzar el Atlántico en avión rara vez dejó de estar a la vista del público, por eso existe una fascinación por conocer los motivos de su trágica muerte, luego de que el avión que pilotaba se perdiera en algún punto del Pacífico.
“Durante los años en que Estados Unidos estaba sumido en la Gran Depresión, ella dio a la nación una sensación de esperanza y optimismo sobre su futuro. Cuando desapareció sobre el Pacífico el 2 de julio de 1937, el dolor se apoderó de los estadounidenses”, dice la Galería Nacional de Retratos en una biografía de esta pionera en la aviación.
Por casi 87 años han surgido innumerables investigaciones y expediciones en busca de respuestas sobre qué le ocurrió a la querida piloto. Una reciente expedición, realizada por la empresa Deep Sea Vision (DSV) asegura que encontró el avión de Earhart en el fondo del mar.
De acuerdo con DSV, una imagen borrosa captada por un robot submarino a unos 16,404 pies de profundidad usando un sonar de escaneo lateral "revela contornos que reflejan (el modelo) único de doble cola y del tamaño y escala de su avión legendario".
"Siempre sentimos que ella debió tratar de hacer lo posible por amarar suavemente en el agua, y la rúbrica de la aeronave que podemos ver en la imagen de sonar sugiere que este puede ser el caso", dijo en un comunicado el director ejecutivo de DSV, Tony Romeo.
La empresa afirma que la imagen fue captada luego de búsquedas en una zona al oeste de la isla Howland, un arrecife inhabitado perdido en medio del Pacífico, entre Australia y Hawaii.
Según Romeo la empresa pasó 90 días en la búsqueda en un área de 5,200 millas cuadradas en el lecho del océano Pacífico, "más que en todas las búsquedas anteriores combinadas".
La empresa dice que por ahora guarda en secreto la ubicación exacta y planea una exploración posterior de la zona, pero los expertos aún están escépticos, luego de que innumerables veces se hayan anunciado hallazgos del emblemático Lockheed 10-E Electra y finalmente resultaran falsos.
¿Cuáles son las teorías del accidente de Earhart?
Nacida en Atchison, Kansas, el 24 de julio de 1897, Amelia Earhart mostró un estilo independiente desde la infancia, que incluía llevar un álbum de recortes sobre mujeres exitosas, hacer un curso de reparación de automóviles y asistir a la universidad (pero sin llegar a graduarse).
A lo largo de su vida, Earhart nunca vivió mucho tiempo en un mismo lugar. Tras descubrir el placer de volar, llegó a considerar el avión como su verdadero hogar, asegura la Galería Nacional de Retratos.
“Nunca habló públicamente de los retos que suponía ser Amelia Earhart, aunque parecía ser más feliz cuando pilotaba un avión”, dice la biografía de la galería. Por eso continuamente se retaba, buscando imponer nuevos récords.
Así, Earhart despegó el 20 de mayo de 1937 desde Oakland, en California, en un viaje junto a su navegante Fred Noonan, para convertirse en la primera mujer en realizar un vuelo alrededor del mundo, cinco años después de haber sido la primera en atravesar el Atlántico en solitario.
Pero ambos desaparecieron el 2 de julio luego de su despegue desde Lae, en Papúa Nueva Guinea, para hacer un agotador vuelo de poco más de 2,485 millas. Debían recargar combustible en la isla Howland, pero nunca llegaron.
Esta desaparición sigue siendo uno de los misterios de la historia de la aviación, y es el tema de decenas de libros y películas y fuente de las más extrañas teorías. La hipótesis con más fuerza es la que considera que Earhart, de 39 años, y Noonan, de 44, sufrieron escasez de combustible y abandonaron el bimotor Lockheed L-10 Electra cerca de la isla Howland.
La Marina de Estados Unidos buscó el avión y a los pilotos, pero no encontró rastro. La postura oficial del gobierno estadounidense ha sido que Earhart y Noonan cayeron con su avión.
Desde entonces, las teorías han derivado hacia el absurdo, incluyendo la abducción por extraterrestres o que Earhart vivía en Nueva Jersey bajo un alias. Otros especulan que ella y Noonan fueron ejecutados por los japoneses o murieron como náufragos en una isla.
El misterio continúa sin resolver en medio de numerosas teorías sobre dónde pudo extraviarse el avión.
¿Cómo se obtuvieron las imágenes que presuntamente corresponden al avión de Earhart?
Tony Romeo dice que quería más aventura que su carrera inmobiliaria. Su padre voló para Pan American Airlines, su hermano es piloto de las Fuerzas Aéreas y él mismo tiene licencia de piloto privado. Procedente de una "familia de aviadores", el misterio de Earhart le interesaba desde hacía tiempo.
"Amelia es la persona desaparecida favorita de EEUU", asegura.
Romeo cuenta que vendió sus intereses inmobiliarios para financiar la búsqueda el año pasado y comprar un dron submarino de 9 millones de dólares a una empresa noruega. Esta tecnología de punta se denomina Hugin 6000, en referencia a su capacidad para penetrar en la capa más profunda del océano, a 6,000 metros de profundidad.
Ya con ese equipo de gran tecnología, en septiembre de 2023 una tripulación de 16 personas inició una búsqueda explorando más de 5,200 millas cuadradas, pero no fue hasta que el equipo revisó los datos del sonar en diciembre cuando vieron el borroso contorno amarillo de lo que se asemeja a un avión.
"Al final, obtuvimos una imagen de un objetivo que creemos firmemente que es el avión de Amelia", dijo Romeo a AP.
El siguiente paso es llevar una cámara bajo el agua para examinar mejor el objeto no identificado. Si las imágenes confirman las grandes esperanzas de los exploradores, Romeo dijo que el objetivo sería rescatar el Electra, perdido hace mucho tiempo.
¿Qué dicen los expertos de la más reciente expedición?
Algunos críticos han apuntado que el objeto en las imágenes no se parece al Lockheed Model 10-E Electra en el que Earhart y Noonan volaban en un intento de dar la vuelta al mundo.
El objeto borroso dista mucho de ser una prueba definitiva, pero Dorothy Cochrane, conservadora de aeronáutica del Museo Nacional del Aire y del Espacio del Smithsonian, dijo a la revista Smithsonian que es "una imagen intrigante" que merece una segunda mirada.
Romeo explicó a la cadena australiana ABC que las imágenes están distorsionadas debido al sonar y que el próximo paso es lograr fotografiar los restos para confirmar que se trata del Lockheed.
"Definitivamente parece ser un algún tipo de avión", dijo al Post and Courier David Jourdan, que ha buscado tres veces el avión desaparecido de Earhart y es presidente de la empresa de exploración oceánica Nauticos. "Tiene rasgos de avión, pero no podemos decir que sea su avión hasta que te acerques con una cámara", agregó.
Cochrane coincidió en que se necesitan imágenes más nítidas para hablar de un verdadero hallazgo. Lo ideal sería que las futuras misiones captaran imágenes detalladas que contuvieran la matrícula del avión, afirmó.
El arqueólogo marítimo James Delgado dijo que el posible hallazgo de Romeo cambiaría la narrativa, pero "necesitamos ver más". "Llevemos algunas cámaras ahí abajo y echemos un vistazo", dijo Delgado, vicepresidente senior de la empresa arqueológica SEARCH Inc.
Los arqueólogos y exploradores tienen esperanzas de que este hallazgo sea verdadero. Pero aún está por ver si el avión se encuentra a unas 3,000 millas de profundidad o más. Además, abundan los debates sobre el manejo adecuado de cualquier objeto que se descubra, sea o no el avión de Earhart.
Y si realmente fuera el avión de Earhart, ¿sería seguro sacarlo?
Si el objeto descubierto por Romeo es realmente el histórico avión, la cuestión para Cochrane será si es seguro sacarlo del mar. El grado de integridad de la aeronave dependerá en parte de la suavidad con la que amaró Earhart, añadió.
Según Ole Varmer, abogado jubilado de la istración Nacional Oceánica y Atmosférica e investigador principal de la Ocean Foundation, las normas internacionales de arqueología submarina aconsejan encarecidamente que el avión permanezca donde está.
Varmer dijo que dentro del océano aún pueden realizarse investigaciones no intrusivas para averiguar por qué se estrelló el avión. "Hay que preservar toda la historia que sea posible", dijo Varmer. "No se trata solo de los restos. Es dónde está y su contexto en el lecho marino. Es parte de la historia de cómo y por qué llegó allí. Cuando se rescata, se destruye parte del yacimiento, que puede aportar información", explicó.
Según Varmer, sacar el avión y colocarlo en un museo costaría cientos de millones de dólares. Y aunque Romeo podría presentar una demanda ante los tribunales, el propietario del avión tiene derecho a denegarla.
Earhart compró el Lockheed con dinero recaudado, al menos en parte, por la Fundación de Investigación de Purdue, según una entrada de blog de la Universidad de Purdue en Indiana. Tenía previsto devolver el avión a la universidad.
Romeo dijo que el equipo cree que el avión pertenece al Smithsonian. Reconociendo el "territorio inexplorado" de los posibles problemas legales, dijo que su empresa de exploración "se ocupará de ellos a medida que surjan".
Hasta que no haya más pruebas, la desaparición de Earhart seguirá cautivando la imaginación de los estadounidenses a casi un siglo transcurrido desde su desaparición.
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