Todo lo que debes saber sobre las mascarillas coreanas

En inglés las llaman korean sheet masks, y aunque en ese país asiático forman parte del ritual de belleza femenino desde hace años, para el mercado occidental son relativamente nuevas. Estas láminas o toallitas están impregnadas con una especie de suero que contiene sustancias y esencias nutritivas que penetran en la piel.
Sus beneficios
Aun aquellas mujeres que no suelen ser constantes con su rutina de belleza se han vuelto fieles consumidoras de estas mascarillas, tanto por sus sorprendentes resultados como por sus aspectos prácticos. Bastan de 15 a 20 minutos para que las sustancias penetren en la piel. Las fibras de las que están fabricadas: microfibra, algodón, hidrogel o, más recientemente, biocelulosa, material que se adhiere con mayor facilidad, minimizan la evaporización de los ingredientes activos que contienen beneficiando la retención de humedad.
A diferencia de las mascarillas tradicionales, no es necesario enjuagar. Basta masajear la piel con los residuos de fluido para que éste continúe ejerciendo su acción dejando el cutis suave y terso, listo para el maquillaje. No importa cuáles sean las preocupaciones de belleza, hay mascarillas coreanas para limpiar, hidratar, tonificar, aclarar, combatir el acné o los signos de envejecimiento.
Ahora que si se quiere matar dos pájaros de un tiro, también algunas solucionan dos o más problemas a la vez. Sus presentaciones varían, desde hojas grandes –con orificios para ojos, nariz y boca– indicadas para tratar todo el rostro, hasta tiras para el tratamiento de zonas específicas como líneas de ojos y cuello. Vienen empacadas individualmente, así es que resultan ideales para viajar o llevarlas en la bolsa, ya sea para refrescarse después de varias horas de avión o antes de algún evento importante.
El escándalo
Una investigación, recientemente publicada por Tracy E. Robey, Ph.D, fue el detonador que suscitó la conmoción. Tras leer una nota en Asian Beauty Subreddit, la periodista se percató de que muchas de las empresas que las fabrican contratan a trabajadores, mal pagados, para que en sus propias casas doblen a mano y metan las mascarillas en sus bolsas. Esto, por supuesto, bajo ningún control de higiene, lo que puede ocasionar que se contaminen con ciertos residuos u olores, lo cual puede tener efectos nocivos en la piel (si bien es prematuro todavía señalar cuáles). Y aunque posteriormente las mascarillas se esterilizan, este proceso muchas veces no logra acabar con las materias contaminantes. Cabe mencionar que otras muchas empresas utilizan el doblado a mano (hacerlo a máquina puede rasgar la tela), pero lo hacen dentro de sus instalaciones y bajo estrictos controles de higiene.
Ante la disyuntiva, ética e higiénica, desatada a raíz de esa publicación, un grupo de blogueras especializadas en la llamada K-beauty (belleza coreana), se han dado a la tarea de averiguar qué mascarillas se producen bajo estrictos controles de higiene. La tarea se antoja harto complicada, dada la enorme cantidad de firmas que las producen en Corea del Sur. Pero por lo pronto según el sitio Racked ya hay varias marcas que han pasado la prueba.
No nos extañaría que muy pronto, gracias a esta campaña, la mayoría de los empaques de estas mascarillas ostenten algún tipo de sello oficial que certifique las condiciones de higiene bajo las que se fabrican. Pero quien aún así tenga algunas reservas y no quiera prescindir de las bondades de este producto, siempre puede echar mano de las mascarillas japonesas o taiwanesas, o, en su defecto, confeccionar una en casa.