Cómo Twitter desprecia la independencia de reconocidos medios de comunicación tradicionales
Primero vino el cambio en la manera como se asigna el logo de verificación de Twitter, esa marca azul que certificaba que la cuenta de un medio o un periodista era confiable y que aportaba información de calidad (actualmente cualquiera que pague por ella puede tenerla en su perfil). Ahora es cómo la red social del billonario Elon Musk califica a los medios, a veces obviando la naturaleza de ellos
A principios de abril y sin previo aviso, Twitter agregó la etiqueta de “medio con afiliación estatal” a las cuentas de los medios estadounidenses Voice of America (VOA), National Public Radio (NPR) y Public Broadcasting System (PBS). Igual hizo con la británica British Broadcasting Corporation (BBC).
Según la definición de Twitter, medios con afiliación estatal son aquellos donde “el Estado ejerce control sobre el contenido editorial a través de recursos financieros, presiones políticas directas o indirectas, y/o control sobre la producción y distribución”. Es la misma etiqueta que llevan las cuentas en Twitter de la agencia estatal china Xinhua, o de su homóloga rusa Tass, considerados como medios que promueven políticas y posiciones de los gobiernos de sus países de manera propagandística.
Inmediatamente, BBC, VOA y NPR protestaron por la asignación de la etiqueta, exigieron una corrección y la radio pública anunció que se saldría de la red social que más usan los periodistas de todo el mundo y que se ha convertido en el punto de referencia para la información de última hora.
Ante la protesta inicial de NPR, Twitter cambió la etiqueta a “medio financiado por el gobierno”, que son organizaciones en las que “el gobierno provee parte o todo el financiamiento y puede tener grados variables de participación gubernamental sobre el contenido editorial”.
Pero NPR también la rechazó, alegando que es una empresa privada sin fines de lucro con independencia editorial. Y que recibe menos del 1% de su presupuesto anual de 300 millones de dólares de una agencia federal llamada Corporation for Public Broadcasting (B), casi todos sus ingresos con por patrocinios corporativos o ciudadanos y ganancias en transmisiones o la venta de su programación.
La hostilidad de Musk hacia los medios tradicionales
El episodio se inscribe en una dinámica acelerada en los últimos años en la que se ha visto a medios tradicionales perder su influencia entre el público. En el caso específico de Twitter, en la conocida hostilidad de Musk hacia algunos medios y periodistas considerados liberales y que es compartida por muchos conservadores en EEUU y el mundo.
La respuesta de Musk a la decisión de NPR de salirse de su red social fue un mensaje diciendo: “Quítenle el financiamiento a @NPR”.
Desde que adquirió Twitter en octubre, Musk ha empleado esa red social para desacreditar a medios de comunicación tradicionales. Entre otras cosas, filtró comunicaciones internas de la antigua directiva de la red para “demostrar” que algunos medios habían ignorado los escándalos asociados con el hijo del presidente Joe Biden, en supuesta coordinación con otras redes sociales.
Carlos Martínez de la Serna, director del Comité para la Protección de Periodistas, advirtió que la etiqueta de “medio con afiliación estatal” para NPR “puede crear riesgos para los periodistas que reportan desde áreas donde la sugerencia de una afiliación gubernamental tiene connotaciones negativas”.
Al explicar al personal de NPR las razones para abandonar Twitter, su presidente, John Lansing, explicó que sería: “Sería un perjuicio al trabajo serio que todos ustedes hacen aquí el continuar compartiéndolo en una plataforma que asocia la carta federal para medios públicos con un abandono de independencia editorial o sus estándares”.
La VOA también rechaza la etiqueta de “medio financiado por el gobierno” pero no ha dejado de publicar contenido en Twitter, a diferencia de NPR y PBS. En su caso, recibe fondos oficiales de la U.S. Agency for Global Media, pero su independencia editorial está protegida por la ley.
Bridget Serchak, directora de relaciones públicas de VOA, dijo que “VOA continuará enfatizando esta distinción en nuestras conversaciones con Twitter, porque esta nueva etiqueta en nuestras cadenas causa preocupación injustificada sobre la exactitud y objetividad de nuestra cobertura”.
BBC: de “financiado por el gobierno” a “financiado por la ciudadanía”
En el caso de BBC, Twitter cambió la etiqueta de “medio financiado por el gobierno” con la de “financiado públicamente”, que según la página corporativa de Twitter son medios de comunicación “que reciben fondos de licencias, contribuciones individuales, financiamiento público y comercial”.
Durante una entrevista que concedió a BBC el pasado martes, Musk dijo que cambiaría la etiqueta con la intención de obtener más precisión. La etiqueta fue reemplazada varias horas después de la entrevista.
“Si usamos las mismas palabras que la BBC usa para describirse a sí misma, eso presumiblemente estaría bien (…) De hecho, tengo mucho respeto por la BBC”, dijo Musk durante la entrevista.
La BBC es financiada principalmente por una licencia televisiva anual que se negocia regularmente con el gobierno británico y es aportada por los ciudadanos, pero la corporación define cómo maneja su presupuesto y su línea editorial sin ninguna injerencia del gobierno de turno o intereses privados.
La corporación británica es considerada el modelo de excelencia de medios públicos en el mundo entero. Recaudó 4,700 millones de dólares en 2022 gracias a la licencia, lo que representa el 71 % de sus ingresos. El resto proviene de sus actividades comerciales y de otro tipo, como subvenciones, regalías e ingresos por alquiler.
Elon Musk considera que The New York Times publica “propaganda”
A comienzos de abril, Musk provocó otra polémica cuando retiró de la cuenta de The New York Times el logo azul que la anterior gerencia de Twitter otorgaba a personas y medios que compartían información legítima y no propaganda. Ahora ese logo lo obtiene cualquier que pague una suscripción mensual.
Musk publicó un tuit en el que calificó de “propaganda” al contenido generado por The New York Times, uno de los periódicos más influyentes del planeta.
Twitter también recibió críticas en meses recientes cuando suspendió cuentas de reporteros que cubrieron cuando la red social eliminó una cuenta que rastreaba el avión privado de Musk. Los periodistas no pudieron publicar mensajes ni acceder a los mensajes directos hasta que accedieron a eliminar publicaciones sobre la cuenta @elonjet.
La actitud de Musk coincide con una creciente desconfianza de los estadounidenses hacia los medios de comunicación. Un sondeo realizado por la empresa Gallup en septiembre de 2020 halló que seis de cada 10 estadounidenses desconfían de la información generada por los medios tradicionales, a los que, como Musk, consideran que son difusores de propaganda de izquierda y de derecha.
