Sam Bankman-Fried, el "rey de las criptomonedas" (y responsable de su debacle), acepta la extradición a EEUU
Sam Bankman-Fried, el fundador de FTX, la empresa detrás de la reciente debacle de las criptomonedas, aceptó este lunes su extradición a EEUU, donde enfrenta cargos penales que lo podrían llevar a pasar el resto de su vida tras las rejas.
Jerone Roberts, un abogado defensor local de Bankman-Fried, le dijo a The New York Times que los abogados prepararán los documentos necesarios para la extradición.
"El señor Bankman-Fried desea reparar a los clientes, y eso es lo que impulsó su decisión”, aseguró Roberts.
No estaba claro de inmediato cuándo podría producirse la extradición.
La corte de Nassau, Bahamas, programó una audiencia de extradición para el 8 de febrero. La revocación podría acelerar el cronograma para su envío a Estados Unidos.
¿De qué se le acusa a Bankman-Fried?
Las autoridades de las Bahamas arrestaron a Bankman-Fried el lunes pasado a pedido del gobierno de los Estados Unidos. Los fiscales estadounidenses alegan que desempeñó un papel central en el rápido colapso de FTX y ocultó sus problemas al público y a los inversionistas.
La Comisión de Bolsa y Valores destacó que Bankman-Fried usó ilegalmente el dinero de los inversionistas para comprar bienes raíces en nombre de él y su familia.
Bankman-Fried, de 30 años, llegó al juzgado en una camioneta negra escoltada por un vehículo SWAT y un vehículo policial. La policía lo llevó rápidamente a una entrada en la parte trasera del juzgado.
Un puñado de personas que dijeron que eran entusiastas de las criptomonedas o clientes de FTX acudieron al juzgado para presenciar el proceso.
“Queremos que sienta el peso de lo que ha hecho”, comentó Ben Armstrong, el fundador del sitio web BitBoy Crypto.
Armstrong dijo que había ido al juzgado con una docena de personas, algunas de las cuales habían perdido su dinero con FTX.
“Malversación de fondos a la antigua”
Una vez que regrese a Estados Unidos, Bankman-Fried podrá pedir, de nuevo, la libertad bajo fianza. Otro juez en las Bahamas rechazó una solicitud similar la semana pasada con el argumento de que era un riesgo de fuga.
La caída de Bankman-Fried, que pasó de ‘criptoevangelista’ a paria, ocurrió a una velocidad asombrosa.
FTX se declaró en bancarrota el 11 de noviembre cuando se quedó sin dinero después del equivalente en criptomonedas de una corrida bancaria.
Antes de la bancarrota, muchos en Washington y Wall Street consideraban a Bankman-Fried como un niño prodigio de las monedas digitales, alguien que podría ayudar a popularizarlas, en parte trabajando con los legisladores para brindar más supervisión y confianza a la industria.
Bankman-Fried tenía un valor de decenas de miles de millones de dólares, al menos en papel, y pudo atraer a celebridades como Tom Brady o expolíticos como Tony Blair y Bill Clinton a sus conferencias en resorts de lujo en las Bahamas. Una destacada firma de Silicon Valley, Sequoia Capital, invirtió cientos de millones de dólares en FTX.
El nuevo CEO de FTX, John Ray III, le dijo a un comité del Congreso el martes que no hubo una estrategia nada sofisticada en lo que hizo Bankman-Fried.
“Esto es solo malversación de fondos a la antigua, tomar dinero de otros y usarlo para sus propios fines”, afirmó.