"Estoy muy asustada con todo esto": Marta se aferra a su fe ante las nuevas políticas migratorias
En una iglesia en Sacramento, Marta, una madre de cuatro hijos que ha vivido más de 30 años en California, se aferra a su fe en medio de los cambios en las políticas migratorias de Estados Unidos con la entrada del segundo mandato del presidente Trump.
Ahora, sitios considerados “sensibles”, como iglesias, escuelas y hospitales, ya no ofrecen el mismo nivel de protección contra los operativos de ICE y la Patrulla Fronteriza.
“Yo estoy muy asustada con todo esto… Me dan ganas de llorar por toda la gente. Yo vengo a pedirle a Dios que me cuide”, dice Marta. A pesar de su miedo, sigue trabajando para mantener a su familia, consciente del riesgo que enfrenta cada vez que sale de casa.
“A rezar, a pedir, que no me pase nada”, explica Marta, quien teme no regresar a casa algún día.
Nuevas políticas y el fin de los espacios seguros
Desde el 20 de enero, las autoridades migratorias han recibido autorización para realizar arrestos en lugares que desde 2011 se consideraban sensibles. Esto i ncluye iglesias, escuelas y hospitales, lo que aumenta la vulnerabilidad de las comunidades inmigrantes indocumentadas en todo el país.
El abogado Rubén Muñoz explica que, aunque California es un estado santuario, las leyes estatales no pueden superar las órdenes federales. Esto abre la puerta a más arrestos, incluso de personas sin antecedentes penales.
“Si eres indocumentado, aunque no tengas antecedentes penales, también puedes ir arrestado”, advierte Muñoz, recordando que la protección que alguna vez ofrecían estos lugares ya no está garantizada.
La Diócesis de Sacramento y otras organizaciones religiosas han declarado su compromiso de continuar guiando y apoyando a las comunidades vulnerables, aunque reconocen que las autoridades tienen toda la autoridad legal para actuar.
Mientras que la Diócesis de Stockton expresó su desacuerdo con el sistema de inmigración actual, pero aseguró que seguirán apoyando a sus feligreses.
Por su parte, el Distrito Escolar Unificado de Sacramento ha reafirmado su compromiso con la protección de los estudiantes, independientemente de su estatus migratorio. Sin embargo, los temores de padres como Marta persisten, ya que el alcance de los operativos migratorios es mayor que nunca.
“Que nos den una oportunidad, si nosotros somos buenos trabajadores”, pide Marta en medio de la incertidumbre, esperando que su voz sea escuchada y su esfuerzo reconocido.
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