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Ciencia y Tecnología

La reina Victoria inició una maldición real que aterrorizó a todo su linaje

Publicado 30 Sep 2020 – 03:14 PM EDT | Actualizado 30 Sep 2020 – 03:14 PM EDT
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La reina Victoria fue una de las monarcas más importantes del Reino Unido, pero su reinado inició una maldición que se heredó a todo el linaje real; incluso sigue presente.

El periodo de reinado de Victoria fue el más largo hasta su época, pues duró 64 años en el trono, aunque fue superada por su tataranieta Isabel II.

Además de ser el segundo trono más largo, la época victoriana destacó por los avances culturales, políticos, económicos, industriales y científicos desarrollados durante el periodo.

Victoria es una de las figuras monárquicas más reconocidas de la historia, pero ser reina está acompañada de problemas no previstos que afectaron a todo el linaje real.

Durante su tiempo en el trono, se dio a conocer que Victoria tenía una maldición real asociada a problemas de salud que se heredaron a sus hijos y nietos.

En esa época se desconocía cuál era la enfermedad hereditaria de la reina; sin embargo, ahora se sabe que la ‘maldición’ era en realidad hemofilia.

La hemofilia es un padecimiento poco común en el que la sangre no coagula de manera correcta y afecta principalmente a los hombres.

Los pacientes con hemofilia tienen pocas o nulas proteínas que favorecen el factor de coagulación, lo cual ocasiona que las personas sangren mucho tiempo después de una herida o sean propensas a hemorragias.

Existen diferentes tipos y niveles de hemofilia; se puede presentar con moretones o periodos de sangrado muy largos que pueden conducir a una hemorragia cerebral.

En la actualidad, la hemofilia se puede detectar con un análisis de sangre y existen tratamientos para reforzar el factor de coagulación; sin embargo, en el siglo XIX era un padecimiento desconocido.

Una investigación de sangre de los herederos de Victoria descubrió que su familia tenía una cepa muy extraña de hemofilia causada por una mutación en el cromosoma X. Esto quiere decir que la enfermedad es transmitida por las mujeres y los síntomas se presentan en los varones, siendo Leopoldo, el hijo de Victoria, el primero en presentar señales de la maldición.

Según la historia, Leopoldo era un niño enfermizo a quien Victoria tenía que cuidar más que al resto de hermanos, lo cual era preocupación constante para la reina.

Además de tener hemofilia, Leopoldo tenía síntomas leves de epilepsia, enfermedad también presente en otros de la realiza, como el Príncipe Juan.

En 1884, Leopoldo sufrió un ataque y se golpeó la cabeza, lo cual generó una hemorragia cerebral que acabó con su vida a los 30 años.

Lepoldo tuvo dos hijos; el varón no heredó la enfermedad, pero la princesa Alice de Albany era portadora y la transmitió a su hijo Rupert Alexander George de Teck, quien también murió por una hemorragia intracerebral tras un accidente automovilístico.

Las princesas Alice y Beatrice, hijas de Victoria, también fueron portadoras de la enfermedad y heredaron la maldición a otras familias reales de Europa cuando expandieron su imperio.

Se dice que los bisnietos de Victoria; hijos del rey Alfonso XIII de España y Victoria Eugenia de Battenburg, única hija de Beatrice; eran vestidos con trajes acolchados para evitar golpes que resultaran en una hemorragia mortal.

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