Los niños de 9 años pueden atravesar una importante crisis de conducta, según expertos
El desarrollo de los niños está marcado por diferentes etapas que, eventualmente, los forjarán como personas en su adultez.
Y justo cuando parece que los berrinches y los díficiles 7 años terminaron, llegan la crisis de los 9 años, la pubertad y la adolescencia.
Cuando tu hijo o hija cumpla los 9 años llegará a un momento de transición que no le será nada sencillo. A esas edad estará atravesando la infancia media, pero a la vez empezará a enfrentarse a la pubertad.
Aunque cada niño entra a esta última etapa a una edad diferente, Kids Health señala que por lo general empieza entre los 8 y 13 años en las niñas y entre los 9 y 15 en los varones.
Planned Parenthood explica que la pubertad es la etapa en la que el cuerpo de los niños cambia, para convertirse en el de un adulto.
De esta manera, las alteraciones más notorias son: el crecimiento de vello (en axilas, barba y alrededor de los genitales) y la aparición de espinillas, granos o acné.
Mientras que los cambios físicos son bastante evidentes, los internos no son tan obvios, lo que puede crear tensiones con tus hijos de esta edad.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos señalan que uno de los principales cambios sociales en los niños de entre 9 y 11 años es que están más interesados en sus amigos que en su vida familiar.
Esta transformación no es nada sencilla para los padres, quienes hasta ese momento estaban acostumbrados a ser el centro de atención de sus hijos.
Sin embargo, puede ser una buena oportunidad para demostrarle a tu hijo o hija que respetas su propio espacio, pero que sigues siendo la autoridad en la casa (cosa que te será de gran ayuda para no pelear en su adolescencia)
Planned Parenthood añade que la pubertad está completamente dominada por las hormonas, lo que también impacta en las emociones de los niños y niñas.
Un rasgo distintivo es que los sentimientos se intensifican al punto tal que parecen estar fuera de control, con reacciones desproporcionadas o cambios bruscos de humor.
Pero no es nada con lo que no puedas lidiar o superar como familia. Los CDC proponen estos tips para hacer esta etapa más sencilla.
#1 Involúcrate en su vida
Es cierto que tu hijo o hija demandará cada vez más privacidad, pero no por eso debes desentenderte por completo de lo que pasa en su vida. Cuando esté calmado o contento, pregúntale sobre sus amistades, tareas de la escuela, relación con sus compañeros y más.
También es importante que conozcas a las familias de sus amigos.
#2 Establece reglas claras
Ahora que sale más con sus amigos o pasa menos tiempo bajo tu supervisión, es importante que sepa qué esperas de él o ella, como su hora de llegada, de dormir o lugares a los que tiene permitido ir solo. Al mencionarle estas normas, procura que sea con un tono tranquilo.
#3 Ayúdale a formar su sentido de responsabilidad y de lo correcto
El incio de la pubertad son solo los primeros momentos en los que tu hijo o hija deje consultarte en cada decisión que tome. Por eso, es importante que le inculques estos valores.
Si no lo has hecho ya, desígnale tareas dentro de la casa y explícale por qué esperas que las cumpla. Además, habla con él o ella de las consecuencias que tienen sus acciones en su propia vida y en la de los demás. No temas mencionar que hay cosas, como tomar alcohol, que no son apropiadas.
Ahora sí, estás lista para guiar a tu hijo o hija en esta difícil etapa. Y, recuerda que, tomarte un descanso de vez en cuando también te ayudará a ti.
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