¿Qué es el hígado graso y cómo puedo prevenirlo?
Muchos estamos al tanto de la gran importancia que tiene este órgano, pero pocos podemos afirmar con certeza cuál es su función. Pues bien, la principal tarea del hígado es purificar al cuerpo de toxinas y sustancias dañinas. Su peso es de aproximadamente 2.5 kilos y está ubicado en la parte superior derecha de la cavidad abdominal. Además de mantener a nuestro cuerpo protegido, también produce bilis, un líquido necesario para digerir la grasa.
Ahora que conoces la función básica de este importante órgano, podrás comprender mejor de qué se trata la condición de hígado graso.
¿Qué es el hígado graso?
Si bien una cantidad moderada de grasa en el hígado es normal, cuando la presencia de grasa supera al 5%-10% del peso total del órgano podría ser una señal de hígado graso. Esta afección a su vez se divide en dos tipos diferentes: el hígado graso alcohólico y el hígado graso no alcohólico.
A veces, el embarazo también puede provocar hígado graso.
Hígado graso alcohólico
Tal y como lo indica su nombre, este tipo de hígado graso es provocado por un consumo excesivo de alcohol. Cada organismo puede tener mayor o menor tendencia a desarrollarlo y lógicamente esto aumenta las probabilidades de que una persona sea alcohólica. Otros aspectos que pueden implicar un riesgo de tener hígado graso alcohólico son: la hepatitis C, demasiado hierro en el cuerpo y la obesidad.
Hígado graso no alcohólico
Las causas de esta condición no están del todo claras y suele ser un problema de salud hereditario en muchos casos. También se ve con más frecuencia en adultos con sobrepeso y con colesterol alto o diabetes.
Otras posibles causas pueden ser: medicaciones, hepatitis viral, enfermedades autoinmunes, pérdida de peso rápida y malnutrición.
Hígado graso agudo durante el embarazo
No es común, pero en algunas mujeres embarazadas se desarrolla la condición de hígado graso. Esto puede poner en riesgo la vida de la mamá y su bebé. La explicación de por qué esto sucede tampoco está clara y se cree que las hormonas podrían tener algo que ver.
¿Cuáles son sus síntomas?
Es posible que padezcas hígado graso y ni siquiera estés al tanto ya que en sus inicios no presenta síntomas. Pero con el tiempo (pueden pasar años o décadas) aparecen ciertos signos tales como fatiga, pérdida de peso, falta de apetito, debilidad, náuseas, confusión y problemas de concentración.
A su vez, el hígado puede aumentar su tamaño y a veces puede provocar dolores en el centro o en el costado superior derecho del abdomen.
Diagnóstico
Lo más probable es que detectes esta condición en un chequeo médico de rutina. Si el médico nota que el tamaño del hígado aumentó puede diagnosticar un hígado graso. También se puede detectar a través de exámenes de sangre.
¿Cuál es su tratamiento?
No hay un tratamiento en particular, pero se puede mejorar la condición. En los casos de hígado graso alcohólico, la primera medida urgente que se debe tomar es no beber ni una sola gota más de alcohol. Aunque si se padece hígado graso no alcohólico tampoco se recomienda beber. Al mismo tiempo, si sufres de sobrepeso es muy importante que incorpores un plan alimenticio saludable y realices ejercicio.
Cuidarse de esta enfermedad es muy fácil. Solo necesitamos asegurarnos de comer adecuadamente y beber alcohol con moderación. Si poseemos antecedentes en nuestra familia de hígado graso es recomendable realizar exámenes médicos con mayor frecuencia.
Si bien es fácil prevenirlas, las enfermedades hepáticas pueden llegar a ser mortales. Por eso, siempre será mejor prevenir que curar.