Beneficios de la sardinera
Probablemente, si sabes lo que es una sardinera –también conocida por su nombre en latín Chenopodium vulvaria– te habrás dado cuenta de que lo primero que llama la atención es su mal olor. Lo causa una sustancia que contiene la planta, llamada trimethylamina. Sin embargo, esta propiedad que salta al olfato no debería confundirte acerca de los muchos usos medicinales que se le pueden dar a la sardinera y algunos de los cuales vamos a hacer referencia a continuación.
La sardinera y sus beneficios
La parte que más se utiliza de la planta son las semillas, pese a que tiene usos medicinales en la medicina química en todo su conjunto. Uno de los usos más comunes por parte de la tradición es como un tratamiento de los vermes de los niños. De hecho, ese mal olor por la sustancia que mencionamos anteriormente se ha demostrado muy efectivo al tratar con estos animales tan dañinos para la salud.
Pero los beneficios de la sardinera van mucho más allá. Es bastante común el uso del aceite esencial de las semillas para tratar dolencias psíquicas, como por ejemplo, el caso de la histeria. También se asocia a la sardinera con tratamientos para la infertilidad, así como un buen remedio ante los espasmos y las flatulencias.
Por si todo esto no nos pareciera ya poco, resulta que hay una receta tradicional que logra una especie de mermelada de sardinera que se conserva de forma natural, y que además de estar muy rica es perfecta para tratar situaciones de nerviosismo habituales o constantes.
Sardinera: una gran desconocida
Probablemente cuando hablamos de plantas medicinales, hay muchas especies de las cuales ni siquiera conocemos su existencia. O que más bien siempre las hemos tenido delante, pero no sabíamos que estaban ahí con todos sus beneficios.
Creo que la sardinera será para muchos de nuestros lectores una de ellas. Y como este, hay muchos otros casos que tan solo requieren de prestar un poco de atención al medio que nos rodea, y de buscar los beneficios que nos ofrecen de forma natural para sacarles partido. Precisamente, su mal olor inicial puede hacer que nos apartemos y no queramos saber nada. Pero ya ves, que hasta en el mundo de las platas, las apariencias suelen engañar.