¡Deja de comprar mandarinas! Así es como puedes plantarlas en casa y tener cientos de ellas
Nada como disfrutar del sabor de una deliciosa, dulce y jugosa mandarina, ¿no crees? Es cierto que hay personas que adoran las mandarinas ácidas, pero el punto es que amamos las mandarinas.
Lo malo es que, últimamente, cada vez que voy a comprarlas me llevo una decepción: son feas de aspecto, tienen muy poco sabor, y el jugo brilla por su ausencia. Así que si estás tan casado como yo de no poder disfrutar de una verdadera mandarina, aprende cómo plantarlas de forma fácil en casa, y ya no tendrás que preocuparte.
¿Cómo se hace?
Para comenzar, debemos contar con semillas de mandarina, que pueden ser tanto compradas como extraídas de la propia fruta. Además, necesitarás de una maceta de tamaño mediano, que tenga orificios de desagüe debajo.
En la parte inferior de la maceta, coloca un poco de arena y piedras, para que haya mayor flujo de aire en el suelo. Luego, llena la maceta con tierra orgánica (te sugiero una mezcla de perlita, turba y compost).
A continuación, riega el suelo, de forma de que quede bien humedecido, pero deja que se drene bien, ya que no debe quedar empapado.
Ahora, planta las semillas, presionándolas en la tierra levemente, y luego cúbrelas con tierra. Por último, coloca un material plástico transparente sobre la maceta, o colócala dentro de una bolsa de plástico, para así mantener el calor y la humedad. De esa forma se acelerará el proceso de germinación. A su vez, la maceta debe ser colocada en un lugar caluroso, pero no debe estar a la luz directa del sol.
De vez en cuando, agrega un poco de agua a tus semillas, ya que el suelo nunca debe quedar seco. Aproximadamente en 20 días luego de plantadas, las semillas comienzan a germinar y crecer. Cuando notes los primeros brotes, quita el plástico de alrededor de la macera, y llévala a un sitio bien iluminado, pero donde no reciba la luz del sol directamente.
Cuidados
Durante la primavera y el verano, debes fertilizar tu planta tres veces al mes aproximadamente. Te recomiendo que uses fertilizante líquido, que contenga mucho hierro, zinc y magnesio.
A medida que tu planta de mandarina crece, se vuelve más fuerte, y desarrolla un gran follaje, será tiempo de que la trasplantes a un sitio más grande. Debes hacer esto, cada vez que veas que tu planta se transforma en árbol. Puedes optar por mantenerla en una gran maceta o, para la primavera, puedes plantarla directamente en tu jardín.
Deberás quitar todas las ramas dañadas y en mal estado cada vez que las veas, porque sino afectarán negativamente a la planta. A la hora de retirar los frutos, debes hacerlo con mucho cuidado.
¡Eso es todo! ¿Imaginaste que sería tan fácil tener tu propia planta de mandarina en casa? Ahora solo resta que te animes, y de una vez por todas, puedas disfrutar de una verdadera fruta natural.
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