Proyecto Lebensborn, el plan de los nazis para poblar el mundo con niños arios
Adolf Hitler tenía la idea de que existía una « raza superior» a todo el resto y que por eso debían ocuparse no solo de eliminar las consideradas inferiores, sino también poblar el mundo con quienes «tenían la apariencia correcta».
Durante el Tercer Reich los nazis llevaron a cabo el llamado proyecto Lebensborn, destinado a poblar el mundo con gente aria a través de métodos bastante terribles y que fueron desde secuestrar niños a crear verdaderas redes de producción de bebés arios.
¿En qué consistía el proyecto Lebensborn?
En 1935 Heinrich Himmler, uno de los colaboradores más importantes de Hitler, creó el llamado proyecto Lebensborn. Este buscaba lograr que la «raza» aria gobernara el mundo y para ello era necesario aumentar la cantidad de niños con dichas características físicas.
El proyecto Lebensborn quería crear a los niños perfectos los cuales debían nacer de padres arios, principalmente alemanes o escandinavos para dar con decencia rubia y de ojos azules, ya sea mediante la reproducción o el secuestro de bebés.
Los nazis secuestraron miles de niños y bebés desde territorios ocupados, especialmente Rumania y Polonia, llevando a los pequeños a Alemania donde eran « alemanizados» en instituciones permaneciendo en ellas o entregando a los más pequeños a familias nazis adoptivas.
Para Himmler el nacimiento de bebés arios era la base de su plan y tanto las madres como los padres debían cumplir con una serie de características además de demostrar su origen ario. Las mujeres podían ofrecerse a participar o ser obligadas.
La gran mayoría de las madres eran noruegas, país ocupado por las nazis, quienes quedaban embarazadas por parte de oficiales de las SS, se esperaba que cada «padre» contribuyera al régimen con al menos 4 bebés.
Se cree que solo en Noruega nacieron entre 8 mil y 10 mil bebés dentro del proyecto Lebensborn, la mayoría eran quitados a sus madres para entregarlos a familias nazis las que les darían la formación necesaria.
Parte de estos bebés nació producto del abuso sexual por parte de los oficiales nazis a mujeres tanto solteras como casadas, las que para evitar discriminación social entregaban a los pequeños en las instituciones creadas para ello.
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El triste destino de las víctimas del proyecto Lebensborn
Al finalizar la guerra con la derrota y caída del Tercer Reich el proyecto Lebensborn llegó a su fin y los niños quedaron en orfanatos o fueron adoptados, pocos de ellos lograron ser recuperados por sus verdaderos padres.
Por el lado de las madres noruegas, ellas fueron consideradas traidoras en su país y sujetas a discriminación, maltrato e incluso condenadas a prisión por haber servido al enemigo. En Noruega muchos niños fueron institucionalizados ya que se les consideró inferiores y los casos de abusos a esos pequeños no fueron pocos.
El proyecto Lebensborn es un episodio triste de la historia tanto por su propósito de poblar el mundo con niños de «raza» aria, como también las décadas de maltrato a mujeres y pequeños quienes no tenían culpa de su origen o los abusos a las que fueron sometidas.
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