Trump, Medicare para todos e impuestos: temas centrales del debate demócrata en Atlanta

El precandidato presidencial Bernie Sanders aseguró este miércoles que el presidente Donald Trump es "probablemente el presidente más corrupto en la historia moderna de Estados Unidos".

Los precandidatos presidenciales demócratas respondieron con ataques al presidente Donald Trump cuando se les preguntó sobre las audiencias públicas en la investigación sobre juicio político que se le sigue en la Cámara de Representantes. Mientras que Elizabeth Warren aseguró que "nadie estaba sobre la ley", otros participantes como Bernie Sanders y Kamala Harris catalogaron al mandatario como un "criminal" y "corrupto".

Los precandidatos presidenciales demócratas que debaten este miércoles en Atlanta se encuentran tras una semana decisiva y es probable que aborden varios de temas de coyuntura controversiales, como las audiencias públicas en la investigación de juicio político contra el presidente Donald Trump.

El exvicepresidente estadounidense Joe Biden dijo este miércoles que "algo está mal en Estados Unidos" cuando una mujer latina promedio gana poco más de la mitad de lo que gana un hombre blanco. Mediante un tuit, también dijo que el gobierno del presidente Donald Trump ha deshecho políticas que impulsó -cuando estaba en la Casa Blanca junto a Barack Obama- para reducir esa diferencia.

JOE BIDEN, exvicepresidente de Estados Unidos. Biden ha entrado en su tercer intento por obtener la candidatura presidencial. Ha sido una figura central del Partido Demócrata por casi cinco décadas y en su campaña ha apostado por sacar de la casa Blanca a Donald Trump. Entre sus propuestas, Biden asegura que Estados Unidos debe regresar al Acuerdo de París para combatir el cambio climático, se decanta a favor de incrementar el salario mínimo a 15 dólares la hora, está a favor de invertir más en las escuelas que atienden a poblaciones de bajos recursos, por un sistema de salud basado en 'Obamacare', ha sugerido un incremento en el número de inmigrantes legales al otorgar un estatus legal para los amparados al programa DACA y terminar con las restricciones al asilo que promueve el gobierno de Trump.

ELIZABETH WARREN, senadora federal por Massachusetts. Warren ha hecho campaña como liberal y promoviendo proyectos de beneficio para la clase media estadounidense que se pagarían a partir de aplicar impuestos a los más acaudalados. En sus propuestas, Warren apuesta por combatir de forma agresiva el calentamiento global, crear un impuesto para quienes posean más de 50 millones de dólares, fortalecer los sindicatos, promueve un sistema de salud universal (Medicare-for-all) y, en inmigración, se decanta por convertir la inmigración ilegal en un delito civil y no uno criminal.

BERNIE SANDERS, senador federal independiente por Vermont. Sanders busca por segunda ocasión la candidatura presidencial demócrata y como base de campaña utiliza el mismo mensaje que ha utilizado a lo largo de su carrera: la inequidad económica inunda la nación y el gobierno federal debe usar su poder para redistribuir la riqueza. En sus propuestas Sanders apuesta por aplicar un impuesto al 0.1 por ciento de los hogares del país -los más acaudalados- para costear seguro de salud universal parsa niños y Medicare-for-all. Sanders apuesta también por proveer más fondos a las escuelas en áreas de mayor pobreza y condonar la deuda universitaria de los jóvenes que han solicitado financiamiento. En inmigración, Sanders fue el primero en proponer un alto a las deportaciones y convertir en ofensa civil el ingreso ilegal al país.

KAMALA HARRIS, senadora federal demócrata por California. Harris, quien se desempeño como procuradora general de California sería la primera mujer, de ascedencia asiática y afroamericana, en convertirse en presidenta de Estados Unidos. En sus propuestas destaca apostar por incentivos fiscales para combatir el cambio climático y reducir el uso de los autos de combustible, revertiría el recorte de impuestos aprobado por el gobierno de Trump para dar un crédito a las familias en sus devoluciones de impuestos de hasta 6,000 dólares. También apoyo un incremento al salario mínimo de hasta 15 dólares la hora y para los maestros. En inmigración, Harris planea expandir el programa DACA y ofrecer un estatus legal a sus beneficiarios mediante una orden ejecutiva.

PETE BUTTIGIEG, Alcalde de South Bend, Indiana. Con 37 años, Buttigieg basa su campaña en el discurso del "cambio generacional". Se describe a si mismo como alguien que creció en la época de los "tiroteos escolares" y apuesta por combatir el cambio climático. El alcalde apoya un incremento al salario mínimo de 15 dólares la hora, imponer impuestos a los más ricos, buscan alianzas para evitar que los estudiantes deban endeudarse para asistir a la universidad y establecer un sistema de salud que incluso podría beneficiar a indocumentados. En inmigracion, Buttigieg ha dicho que apoyaría que se priorice la deportación de inmigrantes criminales y que los ingresos ilegales al país "seguirían siendo ilegales" bajo su mandato.

TULSI GABBARD, representante federal por Hawaii. Gabbard es una veterana de la Guerra de Iraq y ha sido crítica incluso de su propio partido. En 2016 apoyó la precandidatura de Bernie Sanders y entre sus propuestas destaca el incremento a 15 dólares por hora del salario mínimo, ha participado en la creación de un proyecto de ley que volvería gratuita la educación universitaria para estudiantes de familias de bajos ingresos y, otro, que incentivaría a negocios que ayudaran a pagar los préstamos estudiantiles a sus empleados. Gabbard apoya un Medicare-for-all y, en inmigración, ella está en contra de construir un muro fronterizo e incrementar el presupuesto de la seguridad en la frontera.

COREY BOOKER, senador federal por Nueva Jersey. Booker se presenta a sí mismo como el candidato de la esperanza y el optimismo, el que ayudará al país a sanar. El precandidato presidencial propone que todas las comunidades tengan a aire y agua limpia, que se cree un impuesto a las ganancias de capital y dividendos y establecer un fondo fiduciario, financiado por el gobierno, para los niños estadounidenses. Booker apuesta por aumentar el salario a los maestros, mejorar la inversión en las escuelas en vecindarios pobres y, en inmigración, dice que desea finalizar la separación de familias, que está en contra de la construcción de un muro fronterizo y buscaría reorganizar a ICE.

AMY KLOBUCHAR, senadora federal por Minnesota. Klobuchar apuesta por combatir el cambio climático y eliminar los subsidios a los combustibles fósiles, incrementar el salario mínimo por hora a 15 dólares y aumentar el pago a los maestros. En inmigración, asegura que aprobaría una reforma migratoria integral y un camino a la ciudadanía para los beneficiarios de DACA.

ANDREW YANG, emprendedor y filántropo. La campaña de Yang se basa en la creación de un ingreso universal de 1,000 dólares al mes para cada adulto estadounidense. Otras de sus propuestas incluyen buscar apoyo de empresas para reducir las emisiones de carbono y desarrollar tecnología renovable. Apoya el aumento del salario mínimo a 15 dólares la hora pero no comparte la idea de cargar con más impuestos a las personas con más recursos. Está a favor de incrementar el salario a los maestros y, en inmigración, que se debe utilizar tecnología para garantizar la seguridad fronteriza en lugar de un muro, y que se debe priorizar la deportación de criminales y personas que representen una amanaza a la seguridad nacional.

TOM STEYER, multimillonario y activista de California. Steyer ha sido criticado por no invertir más de su fortuna en organizaciones o grupos de base o en la campaña que creó para que se le iniciara un juicio político a Donald Trump. Sus propuestas incluyen crear empleos y proveer recursos a comunidades para que se puedan adaptar a una economía basada en energías limpias, derogar proyectos que recorten impuestos a los ricos y a las grandes corporaciones. Apoya un incremento del salario mínimo a 15 dólares la hora, mejorar las escuelas y aumentar el pago a los maestros. En inmigración, asegura que reinstauraría el programa DACA y que aumentaría la ayuda a Centroamérica.

ATLANTA, Georgia. El quinto debate de precandidatos demócratas a la presidencia de Estados Unidos se llevará a cabo este miércoles por la noche.

Sobre el escenario estarán diez aspirantes a la nominación presidencial, a poco menos de tres meses de que se relicen las primarias y menos de un año antes de la elección presidencial.

El debate llega también en un momento donde muchos demócratas consideran que Georgia podría convertirse en un estado clave de cara a los comicios de 2020.

"El debate de esta noche en Atlanta representa años de trabajo duro por parte de los líderes demócratas de Georgia, organizadores y votantes que han luchado para convertir a Georgia en un estado a disputar", dijo este miércoles en un comunicado la presidenta del Partido en el estado, Nikema Williams.

"Georgia representa el presente y el futuro de nuestra nación con un electorado diverso y de rápido crecimiento que está hambriento por un cambio", agregó Williams.

La líder había dicho anteriormente a The Associated Press que "el camino a la Casa Blanca pasa por Georgia".

Los republicanos responden con escepticismo, incluso cuando reconocen las tendencias demográficas.

"Solo en el caso de una avalancha a nivel nacional, Donald Trump podría perder en Georgia", dijo el encuestador republicano Whit Ayres, señalando la victoria de Trump de 5 puntos porcentuales en Georgia en 2016. Arizona, dijo Ayres, es el estado más probable que sea ganado por los demócratas, mientras que Texas y Georgia están en un nivel inferior, todavía a unos pocos ciclos electorales de distancia.

En la pasada elección por la gubernatura, la demócrata Stacy Abrams logró una participación récord de mitad de período entre los votantes no blancos, especialmente entre aquellos que no habían votado regularmente. Fue suficiente para superar el total de votos de Hillary Clinton en 2016, en aproximadamente 46,000. Pero se quedó a 55,000 de los obtenidos por Brian Kemp.

De cara al 2020, Abrams obtuvo unos 166,000 menos que Trump en Georgia, donde casi 2.1 millones votaron por él.

Y a pesar de sus ganancias en las áreas metropolitanas, Abrams perdió terreno considerable en los condados rurales de Georgia, donde Kemp llegó al 80 por ciento o más en varios condados que ni siquiera le habían dado a Trump márgenes tan desiguales, indicó AP.

Los demócratas ven un camino hacia la victoria en los nuevos registros de votantes: más de 300,000 desde las elecciones de 2018, gracias a la ley de registro automático del estado cuando los residentes solicitan las licencias de conducir. La mayoría de los nuevos inscritos se encuentran en condados urbanos donde Abrams superó a Kemp y Clinton lideró a Trump.

Además, los demócratas y los grupos de defensa están pidiendo a los tribunales que ordenen cambios a algunos procedimientos electorales de Georgia y eviten que el secretario de Estado republicano elimine a miles de votantes "inactivos", de acuerdo con AP.