El 16 de marzo de 2018, Univision Entretenimiento tuvo a las cajas con las evidencias del caso del asesinato de Selena Quintanilla. Los materiales hallados en su interior sirvieron para condenar a Yolanda Saldívar. Hasta ahora nadie los había mostrado así, uno a uno. Estas son las pruebas del crimen.
La cantante Selena Quintanilla era conocida por su sonrisa contagiosa. Así la presentó al jurado el entonces fiscal Carlos Valdez durante el primer día del juicio contra Yolanda Saldívar, el 11 de octubre de 1995. Abraham Quintanilla identificó la fotografía de su hija menor, lo que marcó el primer exhibit de la fiscalía.
El 31 de marzo de 1995 Selena salió de su residencia en esta camioneta azul de su esposo, el guitarrista Chris Pérez. Se dirigió al motel Days Inn, en Corpus Christi, para recoger a Yolanda Saldívar y llevarla al hospital para un examen médico tras sufrir una supuesta violación el día anterior en México.
Imagen panóramica del motel Days Inn que las seis mujeres y los seis hombres del jurado observaron durante el juicio celebrado en Houston por tres semanas. La defensa de Saldívar solicitó el cambio de jurisdicción porque entendía que en Corpus Christi la entonces acusada no tendría un juicio justo.
Ese 31 de marzo, los agentes de la policía entrevistaron a los empleados del hotel cuyo interior se convirtió -ese momento- en escena de un crimen. Afuera Saldívar, atrincherada en la camioneta roja de su sobrino, mantenía a un grupo de agentes en vilo. La entonces sospechosa amenazaba con suicidarse.
La policía encontró sobre la mesa de noche del cuarto la blusa blanca con flecos, que la mujer decía que llevaba cuando la violaron. Según Saldívar, sus atacantes rompieron esta prenda y el pantalón crema que vestía durante la agresión sexual. Pero luego, en su confesión, señaló que se trató de un "intento" de violación.
El pantalón que se ha mantenido a través del tiempo en una bolsa de papel muestra un corte similar en ambas piernas. En su declaración jurada, el esposo de Selena, Chris Pérez, señaló que la cantante pensaba que Saldívar había roto su ropa y se había provocado los arañazos que tenía en los brazos.
Saldívar compró el revólver y una caja de balas con punta hueca. Solo necesitó un solo proyectil para matar a Selena. La convicta ha insistido en que se trató de un accidente y que el revólver se disparó sin intención. El arma no se volvió a disparar erróneamente durante las horas en que ella estuvo en la camioneta apuntando a su cabeza.
Como parte del proceso de recopilación y preservación de evidencia, los cuatro plomos y el proyectil que mató a Selena se colocaron en sobres individuales que tienen las iniciales del oficial que ocupó esa prueba. Los sobres también tienen el número asignado durante el juicio. Toda esta evidencia, a su vez, se encontraba en otra bolsa.
El mismo día en que Saldívar recogió el revólver Taurus modelo 85, el abogado Richard Garza redactó una carta de renuncia a su nombre. En la misiva, apunta que la mujer retendrá el 1% en una compañía que no especifica. En su libro 'Justice for Selena' Carlos Valdez señala que se trata de un negocio de ropa que la cantante iniciaba en México.
En la confesión, firmada a las 11:20 de la noche, Saldívar ofrece el primer relato de lo que ocurrió en la habitación 158. Intentó culpar a Abraham Quintanilla de lo que pasó esa tarde. En la octava línea de su declaración afirma que Quintanilla no estaba de acuerdo con que trabajara con su hija y dos líneas después apunta que el empresario y músico pensaba que era lesbiana.
La autopsia se realizó el mismo día de la muerte de Selena. El documento de tres páginas detalla que no se evaluó la parte superior de la sudadera que llevaba ese día. El paramédico Richard Fredrickson cortó la sudadera por el centro para darle los primeros auxilios a Selena, de 23 años, mientras yacía en el vestíbulo del motel.
Antes de declarar muerta a Selena a la 1:05 de la tarde, los médicos trataron de reanimarla por 50 minutos. Durante el juicio, el cirujano cardiovascular Louis Elkins declaró que el corazón de la cantante estaba "azul y sin sangre" debido a la hemorragia masiva que provocó el disparo al lacerar una arteria principal de su cuerpo.
El papá de Yolanda Saldívar, Frank Solís Saldívar, ofreció una declaración jurada el mismo día del crimen donde señaló que su hija Yolanda le dijo a su hermana María Élida, secretaria asistente del Fan Club de Selena y Los Dinos, que le había dispardo a su ídolo. En esa llamada, desde el lugar donde estaba parapetada, la mujer no expresó que el disparo se trataba de un accidente.
La fiscalía también mostró al jurado los cheques que Saldívar preparaba a nombre de
cash (efectivo). Aunque el entonces fiscal Carlos Valdes se preparó para presentar un caso por malversación de fondos ante un gran jurado, desistió de su intención cuando un jurado la sentenció a pasar la vida tras las rejas por el asesinato de la cantante.
El mal manejo de dinero no se limitó al club de fans. Selena comenzó a sospechar que la mujer a quien había apodado 'Buffy' también malversaba dinero de sus tiendas. Según la empleada Celia Soliz, que laboraba en la boutique de Corpus Christi, la cantante le había confiado que iba a despedir a Saldívar porque tenía pruebas de que le estaba robando dinero.
Ante esos reclamos, Quintanilla pidió cuentas a Saldívar, que en ese momento ya no presidía el club de fans, pero se mantenía vinculada a la organización sin fines de lucro a través de su hermana María Élida, quien era la secretaria asistente. Según Quintanilla, la mujer le respondió que las quejas venían de fanáticas que buscaban recibir más de un paquete de artículos de la cantante.
Durante el juicio hubo quienes no fueron muy respetuosos. Por ejemplo, el dueño de la tienda 'A Place To Shoot', Kyle Voss mantuvo en su manos un recorte de periódico durante su testimonio. Eso provocó que el licenciado Douglas Tinker pidiera que mostrara el papel, que resultó ser una fotografía suya con comentarios burlones del letrado.