Cárcel, deportación y ahora muerte: familia hispana sufre nueva tragedia
ATLANTA, Georgia. La Policía del condado de Gwinnett confirmó este viernes que un joven de 18 años que fue herido de bala a inicios de semana perdió la vida.
La muerte de Ángel Cruz escribe el último capítulo en la historia de tragedias que ha sufrido una familia de origen salvadoreño desde marzo de 2018, cuando sus se enfrentaron a policías de la ciudad de Lilburn y las repercusiones de ese altercado han dejado a uno en prisión, a otro en libertad condicional y a un tercero deportado.
Un funcionario de la Policía de Lilburn confirmó hasta este viernes a Noticias 34 Atlanta que el joven era parte del mismo grupo familiar.
Todo comenzó cuando los oficiales llegaron al estacionamiento de una iglesia evangélica donde Wilmer Cruz era el pastor, hace casi tres años. Los policías respondieron a una denuncia de que una joven que había sido reportada como desaparecida se encontraba en el lugar.
La chica, que salía con uno de los hijos de Cruz, estaba en un auto y, cuando los agentes trataron de llevársela, fueron confrontados con la familia.
El enfrentamiento quedó grabado en video y durante el percance, Cristina, la esposa del pastor, tomó un arma tranquilizadora de uno de los policías y amenazó con usarla. Otros agentes fueron golpeados y agredidos por los integrantes del grupo familiar.
Cruz y uno de sus hijos, Wilmer Cruz Jr., pasaron 13 meses presos antes de declararse culpables de los cargos.
El pastor fue deportado, al joven se le dieron siete años de libertad condicional y a la madre, y también pastora, Cristina, se le envió a prisión por cinco años luego de perder un juicio, ya que se declaró inocente de las acusaciones.
Este martes, agentes de la Policía respondieron a un tiroteo en la cuadra 3100 de Dunlin Way, en Lawrenceville.
Cuando llegaron, encontraron a Ángel herido de bala. Concluyeron que había sido atacado desde un auto en movimiento y que el ataque estaba relacionado con pandillas, dijo la Policía de Gwinnett.
Este viernes, las autoridades confirmaron la muerte del joven, de 18 años.
Dos menores más se encuentran bajo custodia de su hermano mayor y, de momento, su futuro parece incierto, luego que este viernes un equipo de Noticias 34 Atlanta constatara que policías de Gwinnett llegaron a la casa de la familia acompañados de personal del Departamento de Servicios para Familias y Niños (DCFS).
Una trabajadora social dijo que la agencia estaba interesada en conocer si existe peligro para los niños luego del tiroteo en el que murió Ángel.
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